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Asesinato en Plasencia: "Los vecinos lo sabíamos, llegaban mujeres en taxi con las maletas"

Residentes de la calle donde un hombre ha asesinado a una mujer en Plasencia señalan que el piso funcionaba como prostíbulo desde el 2020. Afirman que "las chicas entraban y salían y los hombres estaban siempre con el móvil"

Escalera del edificio donde vivían la mujer asesinada y la herida.

Escalera del edificio donde vivían la mujer asesinada y la herida. / TONI GUDIEL

Raquel Rodríguez Muñoz

Raquel Rodríguez Muñoz

En la calle Morenas de Plasencia no se habla de otra cosa este jueves, el presunto asesinato de una mujer de 45 años a manos de un hombre en el bloque número tres de la calle. Otra ha resultado herida, las dos por arma blanca.

Aunque algunos vecinos no se han enterado de lo sucedido la pasada madrugada, en que la calle se ha llenado de ambulancias, Policía Nacional y Local, la gran mayoría sabían lo que ha confirmado la Policía Nacional, que se trataba de un piso que se alquilaba por horas, o lo que es lo mismo, una vivienda que funcionaba como prostíbulo.

"Desde la pandemia vemos mujeres entrar y salir, todos los días iban a comprar" a un supermercado de la calle Talavera, afirma el presidente de la asociación de comerciantes Zona Centro, Fernando Santiago.

Portal del piso donde se ha registrado en asesinato.

Bloque donde vivían la mujer asesinada y la herida. / TONI GUDIEL

El presidente de la asociación vecinal Intramuros, Julián Gutiérrez, también había sido informado por vecinos. Una de ellas, una mujer con un hijo menor, ha contado que "desde la pandemia, cuando cerraron La Torre -un prostíbulo a las afueras de la ciudad- las mujeres llegaban en taxi con las maletas y cada dos o tres semanas llegaban chicas nuevas y algunas súper jóvenes, no tenían ni veinte años. Es un pena lo que ha pasado. Conocía a la mujer que han matado, rubia, siempre con un moño".

Señala también que eran "majas, educadas" y que los hombres llegaban mirando el teléfono móvil.

Los vecinos recuerdan que justo las navidades pasadas ya sufrieron "un robo a punta de pistola" y algunos han llegado a llamar a la policía para advertir del uso de la vivienda.

Pero nadie se esperaba un asesinato, que supone para muchos la gota que colma el vaso, después de sus múltiples quejas por las consecuencias del ocio nocturno en la calle.