NUEVA NORMATIVA MUNICIPAL

Plasencia aprobará su ordenanza de ruidos, tras años de demandas vecinales

La norma se llevará al próximo pleno, que tendrá lugar en unos quince días

Se presentaron alegaciones y se han incluido la mayoría

Comisión para tratar los ruidos en Plasencia, que se regularán en una ordenanza.

Comisión para tratar los ruidos en Plasencia, que se regularán en una ordenanza. / EL PERIÓDICO

Raquel Rodríguez Muñoz

Raquel Rodríguez Muñoz

Después de años de demandas y quejas vecinales por los ruidos que genera, sobre todo, el ocio nocturno, Plasencia va a contar con una ordenanza para regularlos. Después de la exposición pública para la presentación de alegaciones, las aportaciones recibidas y su posterior análisis, la norma pasará por el próximo pleno, que tendrá lugar en unos quince días.

Así lo ha confirmado el concejal de Interior, David Dóniga, quien ha resaltado que, de las alegaciones recibidas, se han aceptado una gran mayoría. El próximo viernes, llevará la ordenanza a una comisión informativa para que la conozca la oposición y el siguiente paso será ya el pleno para su aprobación, asegurada por la mayoría absoluta del PP.

Precisamente, el grupo municipal del PSOE fue uno de los que presentó alegaciones al considerarla "incompleta". Según señaló el pasado mes de noviembre la edil Cristina Corral, el borrador excluía los ruidos provocados por personas físicas o jurídicas que no realizan una actividad lucrativa. Por tanto, se excluían tanto los provocados en la calle como en «las comunidades de vecinos», como el ruido de un ascensor o el de «una lavadora que pone el vecino a las tres de la mañana».

También criticaron que no se contemplaba la adecuación de licencias ya existentes por parte de establecimientos de ocio y consideraban que debería establecerse un plazo para ajustarse a la nueva normativa.

Los vecinos de Plasencia, los más reivindicativos

No obstante, las principales alegaciones han llegado desde el sector vecinal. Así, la asociación Intramuros ha pedido, entre otros aspectos, un mapa de ruidos y la declaración de zonas saturadas o protegidas. También «inspecciones rutinarias anuales y de oficio» para comprobar que se ajustan a la ley los aparatos reproductores, la insonorización de locales y otras, así como incluir los valores límite de ruidos; diferenciar las terrazas veladores de los taburetes altos con mesas y que ninguna dificulte los itinerarios peatonales; instalar cámaras de videovigilancia para «determinar en tiempo real cualquier aglomeración, reyertas, alcohol, actos incívicos y otros» y un plan permanente en la Policía Local de prevención, vigilancia y control, desde las once de la noche hasta las siete de la mañana.

Desde la calle Talavera, vecinos han pedido que se baje el volumen de decibelios permitidos en los establecimientos de ocio nocturno para evitar así que los ruidos y vibraciones lleguen a las viviendas de los residentes y también un mayor control de las aglomeraciones que se producen en las calles cuando los clientes salen de los locales tras la hora de cierre.

El ayuntamiento difundió en octubre el borrador de la ordenanza, que recogía multas de hasta 300.000 euros; el horario de descanso nocturno entre las once de la noche y las siete de la madrugada y obliga a las instalaciones que puedan generar un nivel de ruido superior o igual a 95 dBA a disponer de doble puerta de acceso al local.

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