Carlos Gaitán, de Plasencia, supera su aplasia medular y vuelve a las pistas

Hace algo más de un año, en abril del 2023, la familia, el instituto y la Escuela de Atletismo de Plasencia se volcaban para conseguir un trasplante de médula para Carlos Gaitán Mordillo, un joven que hoy tiene 18 años y que padecía aplasia medular severa. No tenía plaquetas, ni las producía. El pasado fin de semana, ocho meses después de un trasplante de células de su hermano mellizo Óscar, Carlos ha vuelto a las pistas de atletismo.

Campaña por un trasplante de médula para Carlos, un joven de 17 años de Plasencia

«Hace un año, estábamos en la habitación de un hospital, enfrentándonos a un futuro muy incierto. Hoy, hemos disfrutado de la primera competición». Son las palabras que ha plasmado en sus redes sociales su madre, Mari Luz Mordillo, que no pudo evitar las lágrimas al ver a su hijo corriendo de nuevo.

Ha sido en Badajoz, en la liga de clubes extremeños. Carlos corrió en la prueba de 800 metros y en el relevo de 4x400 metros. «Iba con miedo, por si no lo hacía bien», señala Mari Luz, pero además de hacer un buen papel, ha recibido el apoyo y las felicitaciones de compañeros y padres del club al que también pertenece su hermano.

Carlos quiere volver poco a poco a la normalidad y, por eso, «intentará ir al campeonato de España, pero aún es pronto para saber si puede hacer la marca necesaria»., señala su madre.

No obstante, el campeonato se celebrará en julio y, antes, debe superar una prueba académica para después centrarse en el deporte. Se trata de la EBAU.

Carlos cumplió en enero 18 años y estudia segundo de Bachillerato en el IES Virgen del Puerto. Acaba de terminar las clases y está en pleno proceso de estudios para los exámenes de junio.

El placentino no perdió el curso

A pesar de la enfermedad que le sorprendió el año pasado, no ha perdido ningún curso escolar y, aunque ha bajado un poco las notas porque no pudo ir a clase el último trimestre del curso pasado y el primero del actual, «es muy responsable» y ha seguido estudiando, haciendo trabajos y acudiendo a exámenes. Todo mientras combatía su enfermedad. 

Su madre explicó el año pasado que solo podía mejorar con un trasplante y que las pruebas a sus padres y a su hermano Óscar, todos dieron una compatibilidad del 50%, por lo que animaron a hacerse donante para entrar en el registro nacional e internacional y tener más opciones.

Sin embargo, finalmente, ha sido su hermano quien le ha donado células de su médula. «Has hecho un acto de amor infinito», le dijo Mari Luz a través de las redes sociales.

Ahora, los médicos han comprobado que todo ha salido bien, que Carlos produce ya células similares a las que le donó su hermano y que «no ha habido ningún rechazo».

No obstante, tiene que tomar medicación, inmunodepresores, hasta que pase un año del trasplante y también le están poniendo todas las vacunas, como si acabara de nacer, porque «no tiene memoria inmunológica».

Mari Luz aclara que Carlos no ha tenido leucemia, sino aplasia medular, que significa que en su cuerpo «no hay células malas, solo que la médula deja de fabricar todas las células de la sangre».

Aun así, no se cansarán de apoyar a la asociación Admo y de animar a cualquier persona a hacerse donante de médula para beneficiar a otros pacientes.

Mientras, Carlos aspira a estudiar Bioquímica, Biotecnología o Químicas, «siempre le ha gustado la investigación y ahora creo que con más motivo». 

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