A pesar del tiempo excepcional que estamos viviendo, primero con la pandemia covid 19 y ahora con la guerra en Ucrania, este Gobierno ha seguido avanzando en su hoja de ruta, cumpliendo los compromisos de legislatura, a pesar de las dificultades a lasque nos hemos enfrentado, así como los suscritos en la Agenda para la Reactivación Social y Económica de Extremadura, un instrumento clave en el marco de la concertación social para el desarrollo de medidas que permitan la reconstrucción y modernización de Extremadura, tomando como base los retos estratégicos, alineados con la Agenda 2030, para el progreso económico y desarrollo sostenible de la región, sin dejar a nadie atrás.

En este momento transcendental, en el que se concitan un número de circunstancias que nunca se habían dado a lo largo de la historia, vamos a tener una máxima disposición de recursos económicos a través de los diferentes mecanismos como el nuevo Programa Operativo 2021- 2027; la parte del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), que se incluye en el segundo pilar de la nueva Política Agraria Comunitaria (PAC); el Fondo REACT-EU y los Fondos NextGeneration EU.

La aceleración de tendencias provocada por la covid-19 ha supuesto esta coyuntura que debemos aprovechar y en la que también intervienen elementos relacionados con el cambio, el progreso, la digitalización y la sostenibilidad.

La colaboración y la cooperación son acciones claves y decisivas en esta profunda transformación que exige encontrar soluciones diligentes e innovadoras que pongan en valor la modernización de nuestro modelo económico, hacerlo más competitivo, innovador, digital, inclusivo y sostenible. Un compromiso colectivo basado en la solidaridad y la fraternidad, tan necesarias en estos momentos.

Tenemos que ser conscientes de la enorme responsabilidad que tenemos respecto del futuro de nuestro país, de nuestra región y de nuestras instituciones.

Este es un proyecto colectivo que hemos construido juntos y, ahora más que nunca, debemos seguir construyendo a través del diálogo social y el consenso.

Es nuestra obligación afrontar esos retos de futuro en un escenario que se vislumbra lleno de oportunidades, aprovechando los nuevos elementos derivados de la revolución verde y digital, que permitirán convertir nuestra región en una tierra de realidades y prosperidad, un firme destino empresarial con una fuerte capacidad competitiva para atraer capital.

Hace unos días, el grupo chino Envision y la multinacional Acciona anunciaban la instalación en Navalmoral de la Mata de una gigafactoría en la que se fabricarán baterías para coches eléctricos. Un proyecto que conlleva una inversión de 1.000 millones de euros y la creación de 3.000 empleos.

Este proyecto, junto otros como el Centro Logístico de Amazon, en Badajoz, la fábrica de cátodos en la provincia de Cáceres, el ecopolígono CC Green de Cáceres o la fábrica de diamantes sintéticos de Trujillo suponen una nueva realidad para nuestra región.

Su asentamiento favorecerá la modernización de nuestro territorio y la creación de miles de puestos de trabajo, una de las principales de este Gobierno.

Ejemplo de esa preocupación es la ayuda, el apoyo y el acompañamiento brindado al sector empresarial extremeño en todos y cada uno de los procedimientos administrativos, sobre la base de cambios normativos esenciales como la reforma de la Ley de Ordenación del Territorio y Urbanismo Sostenibles para Extremadura (LOTUS) o la aprobación de las leyes para una Administración Más Ágil y de Racionalización y Simplificación Administrativa.

El futuro de Extremadura pasa por aprovechar las posibilidades en el contexto de un territorio adaptado al cambio climático. Una tierra de sol y agua con una magnífica oportunidad de transformación industrial, energética y digital para despegar hacia un futuro más sostenible en igualdad de oportunidades.

Es el momento de avanzar hacia el progreso y la transformación de este gran proyecto colectivo que es Extremadura.

* Guillermo Fernández Vara es presidente de la Junta de Extremadura