El año pasado no pudo ser, pero ayer no fue la lluvia sino el sol quien recibió al paso de Nuestro Señor Jesucristo en su Entrada Triunfal en Jerusalén y a los más de cien niños que desfilaron en la primera de las procesiones de la Semana Santa placentina, conocida popularmente como La Burrina o La Borriquita.

A mediodía tuvo lugar la tradicional bendición de palmas a las puertas de la catedral Vieja y después, hubo una pequeña procesión hasta la catedral Nueva para comenzar con la eucaristía, que presidió el administrador diocesano y consiliario de las cofradías, Francisco Rico.

Terminada la misa, este año sí, salieron los más de cien niños del colegio Madre Matilde y la hermandad, vestidos de azul y blanco, y el paso de Manuel Luque. Las palmas dieron colorido a una procesión que contó con el alcalde y numerosos miembros de la corporación -todos estaban invitados- y cuya nota musical la puso la Banda de Música Ciudad de Plasencia. Participaron también los presidentes de todas las cofradías, más los de la Virgen del Puerto y La Salud.

La hermandad lució nuevo estandarte, portaestandarte y cruces. Hoy está prevista la salida de la cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Pasión, a las nueve de Santo Domingo, hacia las calles Zapatería, Plaza Mayor, San Esteban, Catedral, San Nicolás y vuelta a Santo Domingo.