Es como el taller de chapa y pintura de su matrimonio. Tras el buen resultado que les dio a David Beckham y a su esposa, Victoria (en la foto, en abril), perderse unos días en Marraquech poco después de la infidelidad descubierta cuando empezaron a circular los tórridos SMS que el jugador mandaba a otras mujeres, la pareja ha vuelto a la ciudad marroquí.

El centrocampista del Real Madrid y la cantante se han regalado un largo fin de semana en el lujoso hotel Amanjena, "un paraíso de paz", como asegura su página web. La pareja se hospeda con sus dos hijos, Brooklyn y Romeo, en una casa con dos dormitorios, piscina, jardín y mayordomo, por la que pagan 2.300 euros diarios, según publicó ayer el rotativo Sunday Mirror.

"David y Victoria están pasando un momento fenomenal de su relación y quieren celebrarlo junto a sus hijos", afirma un amigo de la pareja en el mismo semanario.