LOS RELOJES deben atrasarse una hora en la próxima madrugada, ya que desde mañana, domingo, el horario de invierno entra en vigor en todos los países de la Unión Europea. A las tres de la madrugada, las agujas deberán retrasarse hasta las dos. Este cambio se decidió para aprovechar más la luz del día y ahorrar energía asociada al uso de la luz artificial. Esta "ganancia" de una hora se traducirá en que por la mañana amanecerá más "temprano" y que oscurecerá antes.