Los exorcistas italianos acaban de celebrar su convención anual y ayer Benedicto XVI les animó a seguir expulsando el demonio del cuerpo de las personas eventualmente poseídas. "Os aliento a proseguir en vuestro importante ministerio al servicio de la Iglesia", dijo al saludar a los participantes del congreso, al final de la audiencia de los miércoles. El Papa subrayó que los exorcistas deben estar "apoyados por la atenta vigilancia de los obispos y por la incesante plegaria de la comunidad cristiana".

La referencia del Pontífice a uno de los oficios más misteriosos de la Iglesia católica coincidió con el anuncio de que en octubre comenzará un segundo curso de cuatro meses de duración sobre satanismo, organizado por la Universidad Regina Apostolorum de Roma, perteneciente a los Legionarios de Cristo. El primero tuvo lugar el pasado año y en el mismo participaron cerca de 150 alumnos. Tuvo un éxito estruendoso, no sólo en los medios de comunicación de todo el mundo, sino también entre el clero.

El curso está destinado a sacerdotes y estudiantes de Teología y podrá ser seguido a través de videoconferencia desde diferentes ciudades italianas. Las autoridades civiles, alertadas por varios casos recientes de matanzas de jóvenes durante ritos satánicos, estiman que las sectas diabólicas cuentan en Italia con unos 5.000 seguidores. La cuestión de la existencia de Satanás fue tratada en público y en varias ocasiones por el papa Wojtyla, del que se asegura que, durante su pontificado, realizó personalmente por lo menos tres exorcismos.

En la jornada de ayer, también bendijo una estatua de San Josemaría Escriv de Balaguer colocada en uno de los laterales de la basílica de San Pedro.