A punto de conmemorar el setenta aniversario de una guerra que, como todas, nunca debió existir, surge una de una de esas obras en las que los datos y las historias personales se alían para dar vida a la Historia y poner voz a quienes la perdieron en una época que muchos han olvidado "por imposición". Un joven de Cañaveral, Jesús Chaves Declara ha llevado a cabo una investigación de más de tres años en el municipio que ha culminado en Cañaveral Segunda República y Guerra Civil en un pueblo extremeño , un libro que que él define como "un homenaje todos aquellos que vivieron la República y la guerra posterior. A quienes hoy son ancianos pero entonces trabajaban por una sociedad más justa".

Su obra hace un recorrido que se inicia en el Cañaveral de principios del siglo XX, atraviesa la época de la Segunda República y desemboca en la Guerra Civil. A ese río de datos y acontecimientos ha puesto la voz de los protagonistas de le época. Y la tarea no resultó sencilla, porque aún hoy, muchas personas temen hablar de esos días. "Tanto en el caso de las víctimas como de los represores, pervive el miedo o la vergüenza a recuperar algunos hechos, pero me parecía que ponerlo sobre el papel sería la única forma de que estas historias no se perdieran en el tiempo", reconoce el autor.

El Cañaveral dibujado en este libro está plagado de diferencias sociales, con una población agrícola de 3.000 habitantes a expensas del capricho de los terratenientes. En lo político, el retrato es atípico; paradójicamente los partidos de Izquierda y de Derecha convivieron allí en sintonía durante la Guerra Civil, "lo que favoreció que se evitaran muchas muertes y no se incubaran anhelos de venganza tras la contienda", explica. "Quizás los políticos actuales deberían aprender de esa actitud, porque muchas guerras, como la de Yugoslavia, comienzan con cruces de declaraciones y en España son frecuentes y subidos de tono. Sin saberlo, ponen en juego la democracia cada día", afirma.

Para Jesús, abogado de profesión, indagar en la historia es una afición que complementa con otra de sus pasiones, escribir. Tanto, que lo que en principio iba a ser un artículo, se ha convertido en "un manual" acerca de la historia local.

"Entré un día, por casualidad, en el archivo del Ayuntamiento de Cañaveral. Sólo quería unos pocos datos para escribir un artículo. Vi que era mucha información y pensé en hacer dos o tres artículos. El resultado final es un libro de más de 300 páginas", comenta. Aún así, reconoce que han quedado algunas lagunas, como datos sociales sobre enfermedades o educación, de los que no pudo constatar los hechos oficiales porque los documentos no estaban o se habían falsificado.

Ahora, con su obra entre las manos y aunque no se considera escritor le asaltan los temores propios de quienes comienzan en este oficio, "no conectar con mi público".