La laringe de Mick Jagger demostró estar en perfectas condiciones en el concierto que los Rolling Stones dieron anoche en el estadio londinense de Twickenham, el primero tras la cancelación de sus dos últimas actuaciones previstas en España: en Valladolid, el pasado 14 de agosto, y en El Ejido (Almería), dos días después.El vocalista de la legendaria banda de rock británica subió al escenario y cantó sin problemas tras la afección de laringe que impidió al grupo dar los dos conciertos programados la semana pasada en España.Durante casi dos horas sin interrupción, el grupo ofreció un espectáculo musical donde además de sonar canciones míticas como Star me up o Satisfaction, tema que puso el apoteósico broche final, se escucharon los de su último trabajo discográfico A bigger bang, considerado por muchos el mejor álbum de estudio de la banda británica en muchos años.Sesentones en plena formaEl guitarrista Keith Richards, de 62 años, el cantante Mick Jagger, de 63, el guitarrista Ronnie Wood, de 59, y el percusionista Charlie Watt, de 65, hicieron alarde de su mejor música en una actuación que estuvo llena de guiños de complicidad entre todos ellos y demostraron estar en plena forma.Richards cantó dos temas, disipando cualquier duda acerca de su recuperación de la operación de cerebro que sufrió tras caerse de un cocotero en las islas Fiji el pasado mes de abril, y que obligó a suspender varios conciertos de su gira: entre ellos los de Madrid y Barcelona.Tras esta actuación, los Rolling Stones vuelven de nuevo a la carga esta noche en Londres dentro de su gira europea A Bigger Bang Tour y después se marcharán a Glasgow (Escocia), Sheffield (norte de Inglaterra) y Cardiff (Gales).La gira por el continente acabará el próximo tres de septiembre en Dinamarca, tras lo cual el grupo se propone entusiasmar por igual a sus numerosos admiradores en Estados Unidos.