Ibiza acelera el vaciado del `Don Pedro´ al detectarse más grietas

El caso del buque mercante hundido en Ibiza dio ayer un giro inesperado al descubrirse tres nuevas grietas por las que sale fuel y aceite hidráulico. Pese a los esfuerzos de los técnicos de Salvamento Marítimo, la fuga originó una mancha de combustible que alcanzó las primeras estribaciones del parque natural de Ses Salines. Ante el preocupante cariz que tomaban los acontecimientos, los responsables de la operación decidieron acelerar los preparativos para extraer el combustible del barco. Un buque holandés contratado por la empresa propietaria de la nave siniestrada trabaja desde ayer a contrarreloj con el fin de comenzar el vaciado.

Si el día anterior la situación estaba perfectamente controlada tras conseguir sellar la única vía de escape que permanecía abierta, ayer el panorama se tornó sombrío y preocupante. Todo empezó la noche del pasado viernes, cuando los tripulantes del buque remolcador Clara Campoamor observaron cerca del lugar del naufragio que sobre la superficie del mar aparecían nuevos afloramientos de combustible. Tan solo habían pasado cinco horas desde que la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, afirmó que "en unos días" las tres playas clausuradas volverían a estar limpias.

BARRERAS ABSORBENTES Los operarios del Clara Campoamor intentaron recoger todo el fuel que pudieron durante la noche. Por la mañana, un equipo de buzos se sumergieron y confirmaron los peores presagios: el Don Pedro tenía una grieta en proa por la que salía aceite hidráulico y otras dos en popa con escape de combustible. Las emanaciones formaron un reguero discontinuo de 50 metros de largo por 20 de ancho que se desplazó empujado por los vientos hacia el sur de la playa de En Bossa, donde empieza el parque de Ses Salines. Los operarios se esforzaron en colocar barreras absorbentes para impedir que llegase al parque, pero tropezaron con el fuerte oleaje.

La directora general de Salvamento y Seguridad Marítima, Pilar Tejo, compareció ayer ante la prensa con una indisimulable cara de disgusto. "Disponemos de todos los medios necesarios, pero el estado del mar no nos ha ayudado", dijo con voz compungida. La aparición de nuevas grietas ha hecho que se aceleren los pasos para vaciar el barco. Se encargará de ello el buque holandés Jacomina, de la compañía Weijsmuller Salvages, que llegó ayer por la tarde al lugar del naufragio. Según Tejo, la compañía holandesa contratada por Iscomar, propietaria del Don Pedro, tiene "las máximas garantías", aunque no pudo precisar el tiempo que tardará en vaciar los depósitos.

En cuanto a las nuevas vías de escape, Tejo señaló que los técnicos estudiarían si es posible sellarlas o no. De todos modos, lo prioritario ahora es extraer el fuel para que no aparezcan nuevas vías de fuga. Y también evitar que el nuevo reguero de combustible anegue los arenales y praderas submarinas de posidonia del parque de Ses Salines, un idílico paraje que ha merecido la calificación de Patrimonio de la Humanidad.

La empresa Weijsmuller Salvages emitió un comunicado en el que afirma que "desde el punto de vista técnico, todo apunta en estos momentos a que, una vez hecho el vaciado del combustible del buque, carecerá de sentido técnico y económico el rescate del propio barco".

Algunos turoperadores, por su parte, han fletado autobuses para que sus clientes puedan bañarse en otras playas mientras se limpian las tres que continuan cerradas: Talamanca, Figueretes y En Bossa.