El líder del PP, Mariano Rajoy, mostró ayer su cara más amable durante su visita a dos de las tres playas cerradas por el accidente. Tras pisar la arena de Talamanca y Figueretes, el dirigente conservador dijo: "Yo no he venido aquí a criticar nada. Supongo que cada uno hace lo que puede". Eso sí, pidió al Ejecutivo "transparencia y celeridad" a la hora de gestionar el vertido del carguero de la naviera Iscomar.

Rajoy, quien se reunió con empresarios de las zonas afectadas, también pidó al Gobierno que "estudie la entrega de ayuda económicas" a los perjudicados por el vertido del buque que se hundió el 11 de julio al chocar su proa contra un islote próximo al puerto que estaba perfectamente señalizado. Según señaló, lo importante ahora es "explicar a la gente" que son muy pocas las playas de Ibiza cerradas.