Niños rollizos, de mejillas abombadas y muslos redondos están siendo identificados como precoces obesos en alto riesgo de sufrir el resto de sus vidas un enfermizo exceso de peso. Ya no es un problema exclusivo de los niños norteamericanos, sino que acaba de ser detectado en la población de 3 a 12 años de cinco ciudades españolas. Un programa de salud llamado Thao , avalado por las administraciones sanitarias españolas, ha analizado a 10.000 niños de esas edades y ha detectado que el 22,4% sufren exceso de peso: el 10,4% son obesos y otro 12% tienen un anómalo sobrepeso.

El grupo de los que tienen entre 3 y 5 años es el que más inquieta a los médicos que dirigen el estudio, ya que se trata de una franja de edad de intenso crecimiento muscular, punto de partida de muchas de las predilecciones gustosas del resto de la vida. Al 8,9% de esos niños y niñas se les ha diagnosticado obesidad, y el 12,1% tienen sobrepeso. Sus dietas, explicaron, son demasiado grasas, saladas y dulces.

CIFRAS ALARMANTES "Las cifras que aluden a los niños de 3 a 5 años son alarmantes y vamos a intervenir", afirmó el doctor Gregorio Varela, profesor de Nutrición en la Universidad San Pablo-Ceu, de Madrid, impulsor del estudio. Un niño obeso tiene altas probabilidades de mantener esa enfermedad el resto de su vida, dijo, lo que implicará acortar en unos 13 años su longevidad.

El programa Thao se extenderá este año a 30 municipios españoles, y alcanzará a 65.000 niños menores de 12 años. Se aplica a través de los ayuntamientos, con las pautas que facilitan los médicos adscritos al proyecto.

Thao consiste en medir, en las escuelas, el peso, la altura y el índice de masa corporal de la población seleccionada. La medición está previsto que se repita durante, como mínimo, los próximos cinco años. A partir de esos datos, los ayuntamientos participantes elaboran programas de acción dirigidos a los cocineros escolares, las familias de los alumnos, los restaurantes de la localidad y los propios niños. El objetivo es promover el agua como bebida fundamental en detrimento de los zumos envasados, descubrir la fruta y la comida natural y dar orientaciones culinarias a quienes no sepan cocinar de forma saludable.

En el origen de la obesidad precoz, explicaron los médicos, está la tendencia a alimentar a los bebés con leches preparadas y la creciente supresión de los espacios de juego.