Un joven necesita un salario de 3.300 euros mensuales para poder emanciparse por sus propios medios, según el último informe estadístico del Observatorio Joven de Vivienda en España, dependiente del Consejo de la Juventud de España (CJE). El documento, de periodicidad trimestral, contrasta los ingresos reales con los necesarios para acceder a una vivienda en el mercado libre actual.

Según el sociólogo y autor del informe, Joffre López, de estos cálculos se infiere que para que un joven pueda acceder a una vivienda sin superar el treinta por ciento de endeudamiento, su sueldo debe ser un 180 por ciento más alto del actual, cifrado por el CJE en 1.182 euros al mes. Este promedio oscila -según López- entre el 64 por ciento de Extremadura y el 250 por ciento que necesita ganar de más un joven vasco para adquirir una vivienda en su comunidad autónoma.

José Luis Arroyo, vicepresidente del CJE, ha señalado que la parte del salario neto que un joven dedica a su vivienda se ha establecido en el 83,8 por ciento para el primer trimestre de 2008, un 15 por ciento más que en 2007. Las provincias más caras para que un joven compre una vivienda este año son Vizcaya (donde se necesita aportar un 112,2 por ciento del sueldo), Barcelona (104,1 por ciento), Guipúzcoa (103,8), Baleares (101,5) y Madrid (101,2). En el otro extremo se encuentran Teruel (44 por ciento del salario), Cáceres (46,2 por ciento), Ciudad Real (47,3) o Cuenca (48,3).

Otro concepto que el Consejo de la Juventud ha introducido es el de "superficie máxima tolerable, es decir aquella que debe tener una vivienda sin que su coste de compra o alquiler supere el 30 por ciento de la renta de una persona joven", según Arroyo. Este año, la superficie máxima tolerable para un joven arroja unos resultados de 35,8 metros cuadrados en caso de compra y 39,9 en caso de alquiler.

Ante estas cifras, los responsables del informe abogan por un cambio del modelo productivo que cree empleos estables y de calidad, ya que "unas malas condiciones laborales afectan de forma muy directa a la tasa de emancipación". España, junto a Italia y Portugal, posee una de las tasas de emancipación más tardías de Europa.