TANTO el piloto como el mecánico que intervinieron en la resolución de la avería detectada en la sonda exterior de la temperatura en el MD-82 el día anterior al accidente declararon ayer ante el juez que esa no pudo ser la causa del siniestro. La incidencia tuvo tan poca importancia que Marc Raventós, el mecánico que llevó a cabo "un chequeo exhaustivo" del aparato por la noche ni siquiera la detectó ni localizó en el aparato ninguna otra anomalía. Se quería saber si el problema era el mismo que un día antes en Barcelona.