Club de Educación y Crianza

Francisco Castaño, orientador familiar: "No interrogues a tu hijo adolescente, no le preguntes cada minuto qué le pasa"

El divulgador insta a los progenitores a comprender la complicada etapa vital que es la adolescencia

Francisco Castaño, profesor, orientador y autor de ’Tu mejor versión como padre’.

Francisco Castaño, profesor, orientador y autor de ’Tu mejor versión como padre’. / Pau Martí

Olga Pereda

Padre de dos jóvenes, profesor de Secundaria, orientador familiar y autor de 'Tu mejor versión como padre' (Plataforma Actual), Francisco Castaño recomienda aprovechar el verano para buscar momentos de convivencia con nuestros hijos e hijas adolescentes. Para que el día a día no nos desgaste y sea una oportunidad para afianzar el vínculo, el divulgador insta a los progenitores a comprender la complicada etapa vital que es la adolescencia.

Convencido de que los padres y las madres sobreprotegen a sus hijos cuando son pequeños -“educamos en Walt Disney y la vida es 'The Walking Dead"'- Castaño pide a los padres que dejen de estar tan pendientes de sus chavales y les dejen crecer. Con firmeza y cariño.

¿Qué primer consejo daría a todos los padres y las madres que están de vacaciones con sus hijos adolescentes y no pueden evitar ir “de bronca en bronca”?

Lo primero, que les comprendan. Nosotros también tuvimos esa edad y también hicimos cosas, pero se nos olvida. Es cierto que ahora tenemos otro rol, el de padres. Y debemos poner unas normas claras. Por ejemplo, sobre el uso del móvil o las salidas nocturnas, alcohol incluido. Pero que no se nos olvide que nosotros también fuimos adolescentes. La adolescencia no es mala. Simplemente, es una etapa.

El verano también puede ser una oportunidad para acercanos más a ellos, pero ¿cómo? 

Hay que fortalecer el vínculo. Somos padres todo el año, pero si tenemos más tiempo libre es importante que busquemos ratos para estar juntos. Por ejemplo, la cena. O sentarnos en el sofá a ver una película o una serie.

Aunque no nos hablen mucho…

Ellos necesitan su espacio. No estemos tan pendientes, dejémosles que crezcan. A esa edad tienen cambios de humor desagradables, sí. Pero es algo que responde a sus emociones. Si se pone así, déjale, ya se le pasará. No le interrogues, no le preguntes cada minuto qué le pasa o por qué está de mal humor. No fuerces las cosas. Si les interrogas, huyen.

¿Cómo conseguimos compartir momentos con ellos?

Haciendo, de vez en cuando, actividades que les gustan. Si a tu hijo le encanta ver YouTube, no le digas que es una pérdida de tiempo y una tontería. Dile que te enseñe, ya verás como lo hace. Es un adolescente y hace cosas de adolescente. ¿Qué quieres, que se pase ocho horas al día leyendo un ensayo científico?

Internet es estupendo, pero también tiene mucho peligro. ¿Cómo podemos prevenir problemas?

Muchos padres y madres controlan los amigos y los horarios de regreso a casa de sus hijos y, sin embargo, les dejan navegar libres y sin supervisión en internet. No saben lo que hacen ni con quién se pueden relacionar. En la adolescencia está prohibido prohibir, pero debemos inculcarles valores para que sepan qué está bien y qué mal. Han de tener consciencia de los riesgos. Hay madres que vienen a mí, quejándose de que sus hijos no salen de su habitación y que se pasan todo el día viendo porno en su ordenador. A ver, el ordenador se lo has comprado tú y tú le has permitido tener el ordenador en su habitación… Tenemos que entender que nuestros hijos, cuando llegan a una edad y al igual que hicimos nosotros, se van a saltar algunas normas. Pero tienen que saber lo que está bien y lo que está mal.