Con la llegada del frío, mucha gente comienza a buscar la alternativa a la calefacción, ya sea porque no disponen de ella o por motivos de ahorro: las estufas. Hay unas que destacan por encima de otras. Llamadas de combustible líquido, las estufas de parafina se caracterizan por ser un sistema de calefacción silencioso, que no necesita instalación ni apenas mantenimiento, ya que portátiles. A continuación, te explicamos todo lo que debes tener en cuenta a la hora de elegir una estufa de parafina.

Tipos

Podemos distinguir dos clases según el tipo de encendido: 

  • Estufa de parafina de mecha: se accionan mediante un encendedor que funciona con pilas y produce la chispa que prende la llama y calienta el combustible (parafina). No necesitan ningún requisito de instalación, ni siquiera un enchufe. Tienen una autonomía aproximada de 15 horas.
  • Estufa de parafina electrónica: este tipo de estufas necesitan una conexión a la red eléctrica, tienen más potencia y consumen menos que las de mecha. Se puede programar su encendido y su funcionamiento indicando la temperatura y el tiempo que deseas que esté emitiendo calor. Además, pueden incluir un sistema que impida que los niños accionen algún botón ya que ante cualquier presión brusca las teclas se bloquean.

Funciones especiales de algunas estufas de parafina

  • Temporizador de apagado: permite que, una vez encendida la estufa, se ajuste el tiempo que tardará en apagarse.
  • Programador semanal: permite programar el encendido y el apagado de la estufa en una determinada franja horaria.
  • Bomba manual de trasvase incluida: algunos modelos incluyen una bomba manual de trasvase del líquido para facilitar el llenado de combustible.
  • Doble llama: las estufas de mecha de doble combustión cuentan con dos cámaras de combustión lo cual reduce los niveles de emisión y aumentan significativamente el confort.
  • Encendido progresivo sin olor.

Consejos de seguridad

  • Mantenerlas fuera del alcance de los niños y animales domésticos.
  • Mantener una distancia de seguridad entre la estufa de parafina y otros materiales inflamables, como cortinas o muebles, de 50 cm como mínimo.
  • Las estufas de parafina incluyen un sensor que apaga el sistema cada vez que detecta una alta concentración de CO2. No están indicadas para espacios menores de 10 m2 ya que se apagarían periódicamente a causa del nivel de CO2 detectado en el ambiente. Cuando esto ocurra debes ventilar la habitación: 10 minutos son suficientes para renovar el aire de la estancia.
  • Apagar la estufa antes de irte a dormir.

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Peligros

  • Intoxicación química por mala combustión: es recomendable cambiar la mecha de forma anual, especialmente antes de la temporada de invierno. De esta forma, evitarás que se produzca una intoxicación de gases tóxicos. Además, es importante mantener una buena ventilación de la estancia en la que se encuentre el aparato, siendo lo ideal dos veces por hora.
  • Que se quemen cosas adyacentes a la estufa: hay que prestar atención a los objetos que estén situados cerca de las estufas de parafina para evitar que se quemen. En caso de que una estufa de estas características se inflame, es importante no recurrir al agua para apagar el fuego, sino a la arena.