CASO DE DANIEL SANCHO

Rodolfo Sancho desvela cómo vive su hijo en prisión: "Va al gimnasio y está muy bien alimentado"

El actor español afirma que su hijo "ha ganado peso" durante su estancia en la cárcel

Rodolfo Sancho desvela cómo vive su hijo en prisión: "Va al gimnasio y está muy bien alimentado"

Rodolfo Sancho desvela cómo vive su hijo en prisión: "Va al gimnasio y está muy bien alimentado" / EP

S.P / Europa Press

Rodolfo Sancho ya ha pisado tierras españolas, tras menos de una semana en Tailandia. El actor aterrizaba en Bangkok el pasado 3 de septiembre y el miércoles se desplazaba hasta la isla de Koh Samui y visitaba por primera vez a su hijo Daniel en prisión, acusado de asesinar a Edwin Arrieta.

En tres ocasiones ha podido ver a su hijo antes de regresar a España. Una vuelta que él mismo confirmaba que había decidido adelantar por miedo a que la expectación mediática que se ha creado con su presencia en Tailandia pudiese perjudicar a Daniel y crear un conflicto internacional entre ambos países.

Este domingo le veíamos llegar a Madrid muy serio y visiblemente molesto con la prensa. Sobrepasado, Rodolfo ha guardado silencio ante las cámaras y ha dejado claro que no va a volver a hablar con la prensa, evitando así revelar ningún detalle sobre sus visitas a su hijo.

Sin embargo, el artista habló con un periodista antes de abandonar Tailandia, al que le confesó cómo es la vida de Daniel en prisión, reconociendo que se ha llevado una "grata sorpresa" por el estado en el que ha encontrado al joven.

Asegurando que las personas que le están "cuidando" en la cárcel son "gente tremendamente amable y muy comprensiva", Rodolfo ha confesado que se ha "quedado muy tranquilo" tras ver las condiciones en las que se encuentra su hijo. "Tiene un gimnasio dentro donde entrena, hace boxeo y Muay Thai, que le encanta. Está muy bien alimentado, incluso ha ganado peso. No hay violencia dentro, no hay mafia", ha revelado.

Además, el actor ha agracedido la "comprensión" del personal de la prisión de Koh Samui, que le han permitido "estar mucho más tiempo con Daniel del que estaba previsto y estipulado". "Parecía que iban a ser unos horarios muy férreos, que cuando se acabara ese tiempo me iban a echar. Y para nada" ha asegurado, explicando que en ningún momento se ha sentido controlado durante sus visitas: "Han entendido que son conversaciones íntimas entre padre e hijo, también con los abogados, y han sido totalmente respetuosos".