Zinedine Zidane decidirá su futuro a final de temporada. Dejó entrever el fin de su etapa cuando llegaron los peores resultados pero también un mensaje de pelea por el puesto asegurando que quiere quedarse «mucho tiempo». En París, donde salió como gran vencedor del duelo, se ganó el poder de decidir.

Vive la temporada más difícil en el Madrid, la de mayor desgaste por la falta de motivación de sus jugadores en Liga y Copa, donde fue incapaz de cambiar una dinámica repleta de irregularidad como sí ha logrado en la competición fetiche del madridista: la Liga de Campeones.

Zidane es el gran triunfador del duelo de altos vueltos ante el PSG. El que medía al rey de Europa con un aspirante al trono. Dos planteamientos tácticos perfectos, superando a Unai Emery, retocando su sistema retirando el cartel de intocable a la BBC y apostando por cuatro centrocampistas, tomando decisiones importantes y difíciles de adoptar donde impuso su mano de entrenador. El partido en el que se jugaba toda la temporada lo inició sin Kroos y Modric porque no estaban al cien por cien y sin Bale e Isco, a los que no es fácil sentar el día que todos quieren jugar.

El resultado fue inmejorable para el técnico francés. Su equipo dejó la mejor imagen de la temporada, unidas las líneas, trabajado cada aspecto del partido con un partido que asombró a Europa y le convierte de nuevo en uno de los grandes favoritos. Campeón de las dos últimas ediciones de Champions le da derecho a decidir su futuro y al igual que hizo como jugador, no le temblará el pulso para decir hasta pronto si ve que no es capaz de reconducir el proyecto.

De momento extiende una línea inmejorable, convertido en un especialista en eliminatorias de la Liga de Campeones. Ha salido victorioso de todos sus duelos directos desde que tomó las riendas del equipo, un total de siete eliminatorias y dos finales ganadas con las que firmó un récord.

La última eliminatoria que perdió el Madrid fue ante el Juventus italiano en las semifinales de la temporada 2015-16. El 5 de mayo de 2015 cayó derrotado en Turín 2-1 por un penalti cometido por Carvajal que no desaprovechó Carlos Tévez. Fue la eliminatoria más dolorosa para Morata, que militaba en el Juventus y tardó ocho minutos en abrir el partido con un gol que posteriormente igualó el portugués Cristiano Ronaldo.

En la vuelta, el 13 de mayo de 2015, llegó el último disgusto para el madridismo en la Champions en la confirmación de la ‘venganza’ de Morata, que por entonces no sabía que meses después regresaría. Desde entonces, todas las eliminatorias del Madrid las ha ganado con Zidane en el banquillo.