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l año 1923 es el año del nacimiento del Diario Extremadura que, con el devenir de los años, pasaría a llamarse El Periódico Extremadura. Detrás de esta iniciativa estuvo el obispo de Coria, Monseñor Pedro Segura Sáenz, que acabaría siendo Cardenal Primado de España. En nuestra diócesis su episcopado abarca desde 1920 a 1926.

El Palacio de la Generala, edificio emblemático situado en pleno corazón de la ciudad monumental de Cáceres, vio nacer el 1 de abril de 1923 al Extremadura, un diario de la Acción Católica Diocesana alentado, como decimos, por Segura Sáenz, obispo de Coria.

Su primer director fue Tomás Murillo Iglesias,

quien era presidente de la Junta de Acción Católica, además de Abogado del Estado

y Jefe de la Delegación de Hacienda.

El Extremadura nació con una clara vocación regional. Los primeros ejemplares constaban de cuatro páginas y el precio de la suscripción mensual era de dos pesetas.

A lo largo de los tiempos, El Periódico Extremadura ha sufrido muy diversas transformaciones, pero lo que se le pide es lo mismo que le pedían y le siguen pidiendo sus lectores, que sea capaz de seguir mostrando la realidad de la región y de sus ciudadanos, y

que siga mostrando la riqueza de su patrimonio cultural, religioso, de sus tradiciones y costumbres, de su fe y de su religiosidad

popular.

Al año de salir a la luz, el EXTREMADURA recogió entre sus páginas la Coronación

Canónica de la Virgen de la Montaña. La patrona fue coronada por el Cardenal Primado de España y Arzobispo de Toledo, monseñor Reig y Casanova. El periódico ha informado de un sinfín de noticias desde sus primeros años: La entronización en 1926 del Sagrado Corazón en la Montaña, acto presidido por monseñor Tedeschini, Nuncio de

Su Santidad, Pío XI; la coronación, en 1928, de la Virgen de Guadalupe ante Alfonso XIII y el

Cardenal Segura… y muchísimos acontecimientos más.

Hoy, nos encontramos ante una nueva efeméride, su 95 aniversario, por ello, como Obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres, quiero transmitir mi felicitación a todos los que forman la gran familia de El Periódico, al mismo tiempo que les aliento a que sigan buscando la verdad a la hora de ofrecer la noticia y que, la misma, antes de ver la luz pública, sea contrastada. Hoy, mi recuerdo y mis oraciones para aquellos que, habiendo entregado su trabajo y dedicación al servicio de la verdad, ya partieron a la Casa del Padre.

A todos los que, día a día, nos siguen mostrando con su trabajo y buen hacer las noticias de nuestra región, les transmito la oración del comunicador que el Papa Francisco ha querido incluir en su mensaje de este año con motivo de la celebración de la 52 Jornada para las Comunicaciones Sociales (San Francisco de Sales).

Señor, haznos instrumentos de tu paz.

Haznos reconocer el mal que se insinúa en una comunicación que no crea comunión.

Haznos capaces de quitar el veneno de nuestros juicios.

Ayúdanos a hablar de los otros como de hermanos y hermanas.

Tú eres fiel y digno de confianza; haz que nuestras palabras sean semillas de bien para el mundo:

donde hay ruido, haz que practiquemos la escucha;

donde hay confusión, haz que inspiremos armonía;

donde hay ambigüedad, haz que llevemos claridad;

donde hay exclusión, haz que llevemos el compartir;

donde hay sensacionalismo, haz que usemos la sobriedad; donde hay superficialidad, haz que planteemos interrogantes verdaderos;

donde hay prejuicio, haz que suscitemos confianza;

donde hay agresividad, haz que llevemos respeto;

donde hay falsedad, haz que llevemos verdad.

Amén.

El Papa Francisco, en este mensaje, pedía un «periodismo de paz», reclamó, a lo que me sumo, no un periodismo «buenista» que niegue la existencia de problemas graves sino «un periodismo hecho por personas para personas, y que se comprende como servicio a todos, especialmente a aquellos -y son la mayoría en el mundo- que no tienen voz; un periodismo que no queme las noticias, sino que se esfuerce en buscar las causas reales de los conflictos, para favorecer la comprensión de sus raíces y su superación a través de la puesta en marcha de procesos virtuosos; un periodismo empeñado en indicar soluciones alternativas a la escalada del clamor y de la violencia verbal».

Hoy en día, vivimos en una constante revolución y adaptación para los medios de comunicación, el desafío está en volver a aprender a contar, con nuevas claves, nuevos ritmos, pero siempre con la misma vocación de servicio a la sociedad.

El Papa Francisco habla de la comunicación como una bendición. En 2014 afirmó: «En este mundo, los medios de comunicación pueden ayudar a que nos sintamos más cercanos los unos de los otros, a que percibamos un renovado sentido de unidad de la familia humana que nos impulse a la solidaridad y al compromiso serio por una vida más digna para todos». Así sea.k