El ayuntamiento reiteró ayer que la implantación de la escombrera en el barrio del Junquillo seguirá su curso después de que la alcaldesa, Elena Nevado, se mostrara contraria a modificar su ubicación a pesar de la entrega de más de un millar de firmas que tuvo lugar este martes por parte de la asociación vecinal de la barriada afectada. «No es una escombrera, sino un punto limpio, hay que llamar a las cosas por su nombre», insistió la regidora cacereña, que se remitió a las razones técnicas que ya dio la concejala de Medio Ambiente, Montaña Jiménez, durante la reunión de antes de ayer con los vecinos del Junquillo para su colocación en esa zona, así como en otros tres barrios como la Mejostilla, Valdesalor y Llopis Ivorra.

«Es normal que si a un vecino le dices que le vas a poner una escombrera en su barrio se moleste, en ese caso yo habría sido la primera en firmar en ese escrito aunque no fuera mi barrio pero no es una escombrera, se trata de un punto limpio de acopio de residuos. No se debe politizar con aquello que es bueno para la ciudad y para el municipio», explicó la alcaldesa. En ese sentido, Nevado hizo hincapié en que el equipo de gobierno local está «solucionado un problema» que la ciudad arrastra desde hace tiempo y que tiene que ver con las escombreras ilegales.

IMPACTO VISUAL / Además, tal y como ya adelantó la edil de Medio Ambiente, Nevado confirmó que el punto limpio no quedará como se encuentra en la actualidad, sino que se cubrirá y se adecentará, incluso con zonas ajardinadas, con el objetivo de reducir su impacto visual tanto en el barrio como en su entorno.

Cómo quedará finalmente el denominado punto limpio de acopio de residuos es una cuestión que fue criticada el pasado domingo por el Grupo Municipal Socialista tras visitar su ubicación. Los socialistas cargaron contra «la imagen» que causará la escombrera para los turistas que reciba Cáceres, ya que ésta «se podrá ver claramente» desde una de las rotondas de acceso a la ciudad». En ese sentido, la alcaldesa recalcó ayer que «lo que más mancha la imagen» de la capital cacereña «es precisamente la existencia de escombreras ilegales», concluyó Nevado.