Nuestro Pavarotti cacereño estudió en el San Antonio, vamos que él era de los tonis , como popularmente se conocía a los alumnos de este colegio. En realidad Alonso Torres no iba para tenor, pero sí que estaba en el coro de los tonis , aunque el solista era José María Quesada, que ahora es veterinario y toca el contrabajo en su grupo de pop-rock en Madrid. Así que Alonso más que solista era corista. El coro lo dirigía el padre Pacífico (¡cómo olvidarte querido Pachi!), que ya veía a Alonso apuntando maneras y siempre lo animaba a que explotara sus dotes musicales. Pero Alonso era entonces un muchacho más preocupado por Sexto Libre que por la música.

Sexto Libre era una asociación ilícita que crearon los tonis de 6º de EGB y de la que, por supuesto, Alonso formaba parte. El colectivo se postulaba en clara rebeldía contra los curas: ardua, arriesgada y peligrosísima tarea, sin duda, la de estos chicos de Sexto Libre. La asociación iba viento en popa hasta que un buen día algún fraile avispado encontró los escritos y panfletillos que en forma de cuartilla el clandestino Sexto Libre había repartido por todo el colegio. Así que, ¡¡¡cielos!!!!, el padre Cayetano, que era el director, irrumpió en la clase: ¡Ah, ah, ah, con que tenemos re-vo-lu-cio-na-ri-os en el co-le-gi-o! . Y alzando la voz, que se oyó como una bomba, preguntó: ¿A ver, quién es de Sexto Libre? .

Pero lejos de apocarse, Sexto Libre trató de ganar su última batalla. ¿Se acuerdan de El club de los poetas muertos , cuando en un momento de la película los alumnos salen en defensa de su profesor al grito unánime de ¡Oh capitán, mi capitán! ? Pues algo parecido sucedió aquella manaña en 6º de EGB. ¿A ver, quién es de Sexto Libre? , volvió a preguntar el padre Cayetano. Entonces Miguel Angel Cortés se levantó de su asiento y exclamó: ¡Yo soy de Sexto Libre! . En pie también se puso Juan Luis Zaldívar: ¡Yo soy de Sexto Libre! , bramó. Lo mismo hizo Tizón: ¡Yo soy de Sexto Libre! , profirió al tiempo que le seguían Carlos Sánchez de la Puente, Paniagua, Pámpano Vaca, Javi Acedo, Jorge Galán y, cómo no, Alonso Torres. ¿Qué pasó después? Pueden imaginar. El padre Cayetano acabó con la revuelta.

Años más tarde Alonso se metió en la tuna de Derecho y Magisterio. Y siguiendo los consejos del padre Pacífico hizo de la música su profesión. Alonso es tenor y tiene un programa en Canal Extremadura Radio que se llama El diapasón . Alonso es también el marido de Marichu y el papá de Santiago, que tiene un año y que es guapísimo. Y Alonso es el hijo de Alonso y de la extraordinaria profesora de piano María del Castillo Ventosa. Y Alonso es el tenor que, un año más, ha abierto el Festival de Teatro Clásico de Cáceres con ese concierto en la iglesia de San Francisco Javier que tanto nos emocionó.

El festival de teatro es la cita cultural por excelencia de Cáceres. Estamos todos muy felices porque ha cumplido ¡20 años! Bueno, realmente el teatro está vinculado a Cáceres desde mucho tiempo atrás. ¿O acaso no se acuerdan de aquellos torneos medievales de la plaza Mayor, con Alfonso del Real y esa Victoria Vera desolada en la Torre de Bujaco en su magistral Romeo y Julieta ?

Alonso nos cautivó con su aria de ópera de Boito que narra la tragedia de Fausto y Mefistófeles. Y así, con música, se levantó este telón sobre cuyo escenario hemos visto pasar a tanta gente. La primera, a la consejera de Cultura, Leonor Flores, para quien "el teatro es una afición de por vida". También nos encontramos a Isidro Timón. Mucho le debe este festival al talento de Isidro, director del Gran Teatro, que con 11 años vio La venganza de don Mendo . Isidro, enhorabuena: este festival sigue brillando.

Quería ser cura

De pequeño, Marce Solís quería ser cura, "seguramente porque las misas tienen mucho de teatral". Esa locura infantil nunca fraguó y finalmente Marce fue marqués de la Ensenada en El mejor alcalde, el rey y luego hizo de LaBotika el referente del cabaret cacereño. Así que la Iglesia perdió un cura y Cáceres ganó un agitador cultural.

Silvia González, la diputada de Cultura, ¡que se ha cortado el pelo!, ha sido actriz. Por eso, como pocas, sabe que a través del teatro se pueden vivir muchas cosas sin tenerlas que vivir tú mismo. Lo mismo le pasa a Tete Alejandre, que en los escenarios del Centro Dramático Universitario se sintió libre interpretando los entremeses de Cervantes.

Fermín Solís ha puesto cara al festival. El historietista e ilustrador ha sido autor del cartel de esta edición. La Preciosa Sangre y el icono de Hamlet le han inspirado. En Extremadura siempre descubrimos tarde a nuestros talentos y eso ha pasado con Fermín, que aunque triunfa por su trabajo en la novela Buñuel en el laberinto de las tortugas , lo cierto es que ya lleva 10 años haciendo cómics.

Hacía tiempo que no veíamos a Teresa Rejas, que fue presidenta de la Asamblea y que ha dejado definitivamente la política "porque hay que dar paso a las nuevas generaciones". Teresa, que sepas que estabas fantástica con tu chaleco: afianzaba tu estética progre. A nosotros también nos gusta Maggot Brain.

Y cómo no: Pilar Boyero, esta vez vestida por Cuplé . La Boyero, tan lorquiana, es fan de La casa de Bernarda Alba . Y es que la tonadillera no solo canta, no solo hace cine sino que también paseó su palmito por las tablas. Fue de la mano de su profesor Félix, cuando estudiaba en el Norba. "Hacía de Fedra, esa mujer que no podía concebir".

Fue un gustazo ver a Vicente Rodríguez, siempre reconocible en su papel de ciego y que en este festival actúa en La comedia de los errores a las órdenes del irlandés Denis Rafter con la compañía Z Teatro, fundada por Javier Uriarte. Y otro gustazo: la actriz Mercedes Miranda, que de pequeña, a la hora de la siesta, siempre subía a la planta de arriba de su casa de Fuente de Cantos para vivir otros mundos. Descubrimos al actor italiano Lorenzo Salvaggio (suerte, te la mereces) y a Olga Margallo, la hija de Juan Margallo y Petra Martínez que ha hecho vibrar a cientos de escolares con su Cómicos . Y no es de extrañar, que por algo Olga lleva viendo teatro desde que estaba en el vientre de su madre.

Luis Casero, Miguel Angel Lama (lástima que el 2016 te dejara escapar), Tomás Pavón, Laureano León, Felisa la cantante. Isabel Zaballos la esteticien: "Estoy chupi, chupi". Y Teresa Chamorro, que fue Maja de España ¿se acuerdan? y que conserva intacto su duende.

Qué sería de este festival sin su backstage. Mil gracias a los maquinistas del Gran Teatro: Ramón Castela, Luis Angel Polo, Antonio Castela, Iñaki Rodríguez, José Molano, Oscar Rodríguez, Cubi , Paco y Alejandro. Mil gracias también por sus atenciones a Toya y a Rita (nos debes unas natillas).

Daniel Albaladejo, el segurata de Cámera Café (guay verte en El Corral de las Cigüeñas), Alberto Amarilla (qué ganas de que llegue tu estreno de Imago mortis junto a Geraldine Chaplin) y por supuesto nuestro bravo final para Santi Senso, ese maravilloso Don Juan que nos ha hecho descubrir el placer de la farándula, el placer del Siglo de Oro y el placer de esos tonis de 6º de EGB que como tú, querido Santi, un día quisieron cambiar el mundo para sentirse libres.