Las quejas suben de tono en la plaza de San Juan a partir de las doce de la mañana, pero las multas también. El ayuntamiento anuló los aparcamientos destinados a los turismos hace poco más de una semana, y desde entonces sólo permite que estacionen vehículos de carga y descarga de 8.00 a 12.00. Sin embargo, el espacio disponible no parece suficiente tras el cierre, al mismo tiempo, de los aparcamientos de la plaza Doctor Durán.

La medida está perjudicando a los comerciantes y hosteleros de la zona, según denuncian, ya que desde media mañana no pueden recibir mercancía ni cubrir sus demandas. "Los repartidores dicen que no nos sirven a partir de las doce, aunque necesitemos algo con mucha urgencia, porque no tienen sitio para estacionar sus vehículos. Hay que solucionarlo como sea", explicó ayer Vanesa Carrasco, empresaria del bar La Fusa, ubicado en la calle San Pedro.

Pero este problema también afecta a los proveedores: "Tengo que dejar la furgoneta en Cánovas o en la plaza Marrón, y traer la mercancía andando desde allí. Yo no puedo estar sin repartir desde media mañana. Mi trabajo no termina hasta las dos. Necesitamos una solución urgente", señaló Juan Carlos Rivera, distribuidor de fruta.

La pescadería

Hasta ahora, Felipe Salgado, propietario de la pescadería Salgado, descargaba su mercancía en los aparcamientos ubicados en la plaza Doctor Durán, por lo que el recorrido hasta su negocio era corto. Además, tras la descarga, limpiaba y desinfectaba la zona. Pero desde que el ayuntamiento también ha anulado estos estacionamientos, tiene que recibir la mercancía en la plaza de San Juan. "Ahora el pescado gotea durante todo el trayecto hasta la pescadería, se seca y huele, y yo no puedo estar limpiando la plaza todos los días. Tienen que dar una solución a los comercios de la zona. Además, vienen menos clientes porque no encuentran dónde aparcar".

Igualdad

Los hosteleros de la zona tampoco están conformes con la anulación de casi todos los aparcamientos de San Juan, salvo los situados en el lateral del Meliá. "Lo que no puede ser es que el hotel disponga de toda la acera y a nosotros nos anulen los que teníamos. Yo no digo que se los quiten, sino que nos den la misma oportunidad de reservarlos para los clientes", explica Eustaquio Blanco, titular del restaurante El Figón. "No me opongo a la peatonalización de la plaza, pero que sea para todos por igual. Estoy cansado de pagar multas por aparcar en la puerta de mi negocio", añadió.

No es el único. Edinho Queiroz, dueño del restaurante Sabor a Mistura, también está disconforme. "No me parece mal que la hagan peatonal, incluso puede atraer más turismo, pero no pueden suprimir todos los aparcamientos porque son necesarios para los que trabajamos aquí. También veo injusto que el Meliá tenga tantas plazas, y el resto nada".