Una barajunda es una reunión de gente que se divierte haciendo ruido. También el nombre de un grupo de rock de la inagotable cantera cacereña que, con ilusión y dinero de su bolsillo, ya ha grabado una maqueta con cuatro canciones. Este año quieren atreverse con un disco que distribuirán gratuitamente en internet. "Nos gusta lo que hacemos y nos queremos dedicar a esto", aseguran, convencidos, los componentes de este quinteto de estudiantes y currantes de los que ninguno supera los 24 años.

Tras varios cambios en la formación, a Jesús Bravo (bajista), Víctor Rodríguez (guitarra solista), Manuel Torres (vocalista), Juan Carsí (batería) y Víctor Espada (guitarra) les unen ya más de dos años encima de los escenarios. Con influencias de Iron Maiden, Guns N´Roses o Aerosmith, aspiran a diferenciarse de otras bandas "cuidando hasta el mínimo detalle". De momento, piensan introducir en sus conciertos fuegos artificiales aunque, por ahora, se conforman con lanzar lluvias de confetis.

Pero la realidad no es multicolor. Como muchas otras bandas, ´Barajunda´ no tiene un sitio público donde ensayar y pagan unos 200 euros por el alquiler de una casa en Casar de Cáceres, la mitad que en la capital. "Echamos en falta locales de ensayo en la ciudad. También sitios donde tocar para la gente", afirman. El mejor ejemplo: prefieren no anunciar en qué garito tocarán para que no haya denuncias por falta de licencia.

´Barajunda´ apuesta por un sonido "contundente" y un mensaje que cale entre el público. Violencia de género, inmigración y paro son algunos de ellos. "Queremos hablarle al público de lo que les pasa", aseguran al unísono. En su web recién estrenada, www.barajunda.com , ya se anuncian sus próximos conciertos y la descarga de los cuatro temas de su maqueta, uno de ellos, Fuera de Sitio , en homenaje al grupo desaparecido del que provienen. Ahora reclaman su espacio.