Saben a café recién hecho. Huelen a libro nuevo y a tierra mojada. Frescos, los jóvenes Belize se lanzan al vacío con una brisa apta para oídos cálidos. Acunan su primer trabajo Belize (2015) acunados como la nueva apuesta de Warner. La voz templada de los hermanos Fuertes, Angel --que habla para EL PERIODICO EXTREMADURA-- y Ana, y las cuerdas y percusiones de Pablo García, María Fernández y Guillermo Fernández dan forma a la banda pamplonesa que se sube al cartel del SonoraCC (24 y 25 de junio). Los abonos están disponibles por 33 euros en la web oficial del festival cacereño.

--Uno de los mayores miedos de un músico es perder su esencia. Belize pasa de ser un proyecto autogestionado a fichar por un sello como Warner en nada, ¿tenían miedo de que su ritmo cambiara para adaptarse a los requerimientos de una discográfica tan grande como esta?

--Sí, teníamos ese miedo. Todos teníamos esa imagen cuando empezaron las negociaciones. Pero lo que primó en todo momento fue el respeto a la idea y al proyecto y, sorprendentemente, Warner fue la que mejor se ajustó a lo que queríamos hacer y la que nos dio más libertad para trabajar. En Belize quisimos juntar todas esas ganas de meternos en la música por todos los ángulos, desde los temas a las ilustraciones y los vídeos. Eso hace que las canciones tengan un propio universo.

--¿Cómo es trabajar con su hermana Ana?

--Nos entendemos bien. Siempre hay cierto grado de confianza que traspasa lo profesional. Nos hemos aprendido a querer y a respetar. Ella ahora está terminando la carrera. Nuestra relación se refleja en las canciones, es un contrapunto. Cantamos en diálogo, ella canta en inglés y refleja un no te preocupes, todo va ir bien y yo en español y soy el que se ralla.

--Como dice, mientras lleva la voz de Belize, Ana termina su carrera, ¿existe posibilidad de sobrevivir de la música?

--Yo creo que hoy en día nadie puede dedicarse de manera íntegra a nada. Es muy difícil estar solo a una cosa. Y si aportas algo de creatividad mucho más. Estamos acostumbrados a diversificar. Lo bueno de un proyecto como este es que te exiges para dar lo máximo. Nos lo tomamos con mucha filosofía.

--La estética pausada de Belize se escapa de esa dinámica musical rompedora que se respira en los festivales de verano, ¿se ven dentro del panorama de grupos de festivales?

--No es mi motivación principal. A mí lo que me gusta de la música es poder sentirla y vivirla en todas sus dimensiones. Los festivales forman parte de ese universo pero el proyecto no ha nacido con esa inquietud. Belize nació como una inquietud creativa. El directo no estuvo desde el principio. Belize nació como una respuesta natural a ese ¿qué pasa, si no tocas en directo no eres buen músico?. Las primeras canciones tardé en hacerlas un año y medio. Ese tiempo es impensable para el ritmo de la industria. Hice las canciones que me gustaban y cuando me gustaban. En los festivales tocamos siempre los primeros. Yo lo prefiero así.

--¿En qué formato visitan Cáceres? ¿Pueden adelantar algo del directo?

--Iremos cinco músicos. Tenemos un disco, lo tocaremos entero. El disco es más ambiental, tiene muchas transiciones y eso en directo no funciona mucho, así que lo hemos adaptado a un esquema un poco más bailable. Estamos trabajando en una nueva canción pero no formará parte del repertorio. Cuando tengamos un segundo disco los directos podrán ser más variados. También tocaremos la versión de Baba O'Riley de los Who.