Los hosteleros de Cáceres han decidido "aliñar" su Capitalidad Gastronómica con los tradicionales sabores de la Semana Santa, muchos de ellos olvidados y, para ello, han diseñado la I Ruta de la Tapa Cofrade.

Como manda la Cuaresma en estos días, los platos diseñados por los 13 establecimientos adheridos a esta iniciativa abandonan la carne para dar protagonismo a las verduras, las legumbres y los pescados.

Desde el Miércoles Santo hasta el Domingo de Resurrección los fogones de Cáceres estarán en plena ebullición elaborando las recetas que hacían por estas mismas fechas las abuelas, bisabuelas y tatarabuelas.

Los turistas y visitantes que pasen esos días por Cáceres podrán elegir tapas con sugerentes nombres, como "pastel de tenca con pan de cristal y alioli de frambuesa", "potaje de castañas", "repápalos de bacalao con entomatá" y torrijas en diferentes variedades, como las de horchata (con mago y coco) o a la canela.

Se trata de la primera vez que se lleva a cabo una iniciativa de este tipo y con la que se pretende recuperar los sabores de antaño, la cocina de las abuelas y los platos de cuchareo, han informado fuentes del Ayuntamiento de Cáceres.

La Cuaresma, según han recordado, es un periodo que deja sabores y olores únicos, extraídos del rico recetario extremeño que mezcla la tradición cultural con la religiosa.

En la cocina propia de la Cuaresma y la Semana Santa destacan platos con cuchara, como los potajes, las espinacas y el bacalao, que se pueden degustar de las más variadas formas, desde en ensalada y fritos a guisos y al horno.

Capítulo aparte merece la repostería y los dulces como torrijas, perrunillas y coquillos, que se fabrican en hornos, conventos y casas particulares, manteniendo vivas recetas que se han heredado generación tras generación.