El consistorio ha ordenado en las últimas semanas que se traben 1.400 cuentas abiertas en entidades de depósito pertenecientes a contribuyentes que adeudan impuestos y tasas. A estos embargos van a seguir otros como parte de un proceso, iniciado hace un año en su fase informativa, para recaudar la deuda en ejecutiva que no haya prescrito. No es la primera vez que el ayuntamiento embarga, pero sí que se hace de forma generalizada.

El ayuntamiento requirió información a entidades de depósito. El resultado de esta gestión fue que se detectaron unas 1.400 cuentas de contribuyentes morosos, que se ordenó trabar, aunque sólo unas 330 tenían saldo para cubrir la deuda, y de éstas se levantó el embargo de 20 porque se hizo efectivo el abono del débito o por defecto en el proceso. El consistorio ha recaudado en esta operación unos 50.000 euros de la deuda en ejecutiva.

FASE DEL PROCESO El consistorio iniciará en las próximas semanas una segunda fase con solicitudes a un mayor número de entidades bancarias y con nuevas ordenes de traba. Los embargos que se han realizado hasta ahora son muy pocos si se compara con los 52.000 recibos que se pusieron en vía de apremio el 31 de marzo y el 26 de mayo con la publicación en el boletín oficial de la provincia de los listados de morosos no localizados y de los importes de sus deudas.

A esta relación se suman los contribuyentes a los que se informó del inicio del procedimiento de apremio, que es previo al embargo para los que no hagan frente a la deuda, en sus domicilios o sede empresarial. La mayoría de éstos está pagando, un resultado que no es tan positivo con las notificaciones hechas con su publicación en el boletín oficial de la provincia.

El gobierno municipal decidió hace dos años reforzar su servicio de recaudación y convocó un concurso para contar con la colaboración de una empresa. Se adjudicó a una Ute participada por Tribugest, del grupo de Aguas de Barcelona. El gobierno ya anunció entonces que se llegaría hasta el último trámite, el embargo, que permite la legislación.

De este proceso de recaudación a morosos depende la operación iniciada este año por el ayuntamiento para pagar en un plazo máximo de tres años toda su deuda con proveedores anterior al 2004 y que asciende a 9 millones de euros. La previsión es que se ingresen 300.000 euros de media al mes de deuda en ejecutiva, que se destinará a los proveedores o a la entidad con la que se llegó a un acuerdo para que adelante al acreedor del consistorio el pago del dinero.