Uno se sonroja cuando lee la programación del acto institucional del día de nuestra comunidad y ve que quien aparecerá en el escenario será un artista que para nada tiene que ver con nuestra región. Sin embargo, sorpresa proveniente de un estómago agradecido, ese mismo artista apoya lo que para él es una política cultural que da envidia y está a la vanguardia de otras comunidades autónomas.

A la vanguardia en lo que se refiere a arrinconar a nuestros creadores, a anuncios como aquello del IVA cultural, que para nada se correspondieron con lo que finalmente fue, y a propuestas deslavazadas que solo tienen como objeto garantizar el desequilibrio cultural consciente de una región que justamente necesita potenciar un clima ordenado de propuestas e iniciativas culturales.

Dicen que nuestro aeropuerto, el de Badajoz, sigue desangrándose en la pérdida de viajeros mientras que constantemente nos llegan las reflexiones de quienes nos gobiernan de buscar el rédito y la rentabilidad a todas las iniciativas que se ponen en marcha.

Extrapolando esta situación a la cultura, jamás podremos garantizar una política cultural a la vanguardia y que aumente nuestra identidad y nuestra autoestima si lo que queremos primar en una región como la nuestra es el resultado cultural en relación con lo económico. Y más si las prioridades culturales para nada se corresponden con las propias demandas de un sector que languidece aquí mientras que hay quienes desde fuera, a lo loco, se lo llevan calentito a cambio de unas declaraciones públicas fuera de la realidad.

Quedan pocos días para la celebración del día de nuestra región y lo que fue en su momento un espacio para la creación extremeña, para la mezcla y la fusión, se ha convertido en un concierto comercial para ensalce del emperador Monago. Los extremeños no nos merecemos un presidente que ha construido una región de cartón piedra rodeada de su parafernalia. Espero, por la cultura extremeña, y por muchas personas que viven ahora mucho peor que hace tres años y medio, que el de 2014 sea su último Día de Extremadura como presidente de nuestra comunidad autónoma.