Hacer justicia a las instituciones que dan vida a la ciudad. La Asociación de María Auxiliadora y la Congregación de Hermanas de la Caridad del Sagrado Corazón recibieron ayer el reconocimiento del ayuntamiento con la dedicatoria de dos calles en el nuevo polígono del Rodeo. Fue en una mañana intensa de luz y emocionada para ambas organizaciones religiosas, la primera dedicada a difundir la devoción por María Auxiliadora y que celebra este año el cincuentenario de la presencia de esta imagen en Cáceres, acogida en la parroquia de San Pedro de Alcántara tras haber sido traída por los Salesianos en 1954 al colegio San Francisco de la diputación.

"Es una satisfacción y un orgullo para tantos cacereños que son devotos de María Auxiliadora", aseguró al final de acto Ricardo Pérez, presidente de una asociación que cuenta con 300 socios en la ciudad y que está hermanada con las de Badajoz, Puebla de la Calzada, Hornachos, Mérida y Sevilla. La larga trayectoria de este colectivo se remonta a 1956 y a una fecha, el 24 de mayo, en la que la imagen de María Auxiliadora procesionó por primera vez por las calles cacereñas. Desde entonces, y tras haber estado interrumpida dos décadas (1976-1996), esta tradición se repite cada año.

Reconocimiento pastoral

Fruto de ese trabajo, el sencillo acto de descubrimiento de la placa que llevará el nombre de esta asociación se convirtió ayer en un tributo a su labor pastoral, como reconoció el alcalde José María Saponi en su intervención: "Queremos darle significado a este lugar tan emblemático para los cacereños", en alusión al parque del Rodeo donde dijo que antes terminaba la capital cacereña.

Frente a ese mismo lugar que antes era un descampado, se levantó una de las instituciones educativas más representativas de la ciudad: el colegio Sagrado Corazón. Familiares, profesores y hermanas de la congregación fueron ayer testigos del paso del tiempo. "Nunca hubiera imaginado que tendríamos una calle en este sitio", afirmó orgullosa la superiora de la congregación, Angeles Manzano.

Sus palabras fueron de agradecimiento para el consistorio y del significado de la vía que llevará el nombre de María Isabel Larrañaga, fundadora de la congregación. "Es muy importante que el ayuntamiento haya tenido esta deferencia con nosotras y con los profesores del colegio y con lo mejor del colegio que son nuestros chicos", dijo.

En su discurso, Saponi alabó la labor educativa del Sagrado Corazón y de su congregación que, señaló, "apostó por Cáceres. Por eso, es de bien nacidos homenajear a los que apuestan por la ciudad". En esta misma dirección apuntó que las dos calles llevarán los nombres de María Auxiliadora y de María Isabel Larrañaga "para que no se pierda la memoria histórica que configura la historia de la ciudad".

También fue reseñable el respaldo que tanto la congregación religiosa como la asociación de María Auxiliadora recibieron ayer de familiares y amigos. Cerca de medio centenar de personas dieron calor a un acto que forma parte ya de la intrahistoria de la capital cacereña. Ellos también han puesto su granito de arena a una labor que perdurará con los años gracias a las dos firmas urbanas con sus nombres.