Dos personas han perdido este martes la vida tras sufrir un accidente de tráfico en la carretera de Monroy, a la altura del punto kilométrico 3,700 de la carretera regional EX-390 que conecta la capital cacereña con Torrejón el Rubio. El accidente se ha producido cuando el conductor de una motocicleta y el de una pequeña furgoneta han chocado frontalmente, lo cual ha provocado la muerte en el acto del motorista. Por su parte, el conductor del turismo ha sido trasladado al hospital San Pedro de Alcántara con pronóstico grave. Finalmente, ha fallecido alrededor de las 16.15 horas tras sufrir una parada cardiorespiratoria, consecuencia del politraumatismo severo por el que fue ingresado en la UCI. Las víctimas mortales son los dos varones y viajaban solos.

Según ha podido saber este diario, el conductor de la motocicleta se llamaba Francesc Xavier Mateos Caso. Este catalán nacido en 1960 (56 años) llegó a Cáceres hace cosa de una década y actualmente residía en Santiago del Campo. Estaba separado y era padre de dos hijos: una chica de 18 años y un varón de 27, quien vive en Canarias y ayer tenía intenciones de desplazarse hasta la capital cacereña.

El motorista fallecido era enfermero y había trabajado en el hospital San Pedro de Alcántara, aunque actualmente lo hacía en Miajadas. Además, pertenecía a un grupo motero llamado Extremadura 15-50 (era el socio número 46), colectivo que quiso recordarlo ayer a través de algunas publicaciones en una conocida red social. Su entierro será mañana a las 12.00 horas en Santiago del Campo, donde vivía.

Francesc Xavier Mateos Caso.

Asimismo, la otra víctima mortal del accidente respondía al nombre de Francisco Fernández Durán. Se trataba de un hombre nacido en 1952 (64 años), natural de Monroy, casado y padre de cinco hijos. Su familia estuvo con él ayer hasta que falleció en la UCI del centro sanitario.

El accidente de tráfico ha tenido lugar alrededor de las 14.00 horas. El 112 de Extremadura recibió una llamada minutos antes de esa hora alertando del siniestro y hasta el lugar se desplazaron varias dotaciones de la Guardia Civil, además de un equipo de tráfico y otro de seguridad ciudadana de la policía local (ya que el punto kilométrico se halla en el límite de demarcación), así como agentes de bomberos y personal de la Unidad de Emergencia Militar (UME).

El tramo de la carretera EX-309 en el que chocaron los vehículos ha permanecido acordonado y controlado por la Benemérita durante, al menos, más de una hora. Los turismos que han querido circular se han visto obligados a parar unos minutos hasta recibir autorización por parte de la Guardia Civil, ya que solo estaba habilitado para circular uno de los dos carriles de la vía. Mientras tanto, agentes de la Benemérita analizaban las causas del siniestro, realizando mediciones sobre el terreno, recogiendo pruebas y tratando de reconstruir el accidente.

El lugar donde tuvo lugar el choque no conlleva, a priori, excesivo peligro, ya que no existen curvas cerradas ni tampoco falta de visibilidad. Se trata de un tramo prácticamente en línea recta y sin pendiente que impida ver un cambio de rasante.

Una vez la Guardia Civil ha teerminado de trabajar sobre el terreno, personal de mantenimiento de carreteras se ha encargado de limpiar la calzada de los restos del impacto, tales como cristales o pequeñas piezas que se desprendieron de ambos vehículos, los cuales quedaron completamente siniestrados. No fue hasta alrededor de las 15.00 horas cuando llegó la funeraria para trasladar el cadáver del motorista hasta el tanatorio.