La droga, los efectos del botellón y los robos son los tres grandes caballos de batalla que a diario debe combatir la Policía Nacional. Aunque la inseguridad ciudadana no es alarmante, la lucha contra el narcotráfico se ha convertido en una de las prioridades de la comisaría. En menos de un mes, los agentes han conseguido erradicar dos puntos negros de venta de droga, localizados en Aldea Moret, las cercanías de la plaza de toros y la plaza Mayor, que se han saldado con 11 detenciones.

Pero el comisario Ricardo Beltrán hace especial mención a los robos. En el último trimestre se ha registrado una disminución de los delitos y un aumento de las faltas. Así, si en el 2001, en ese periodo, se produjeron 279 delitos, este año se han denunciado 261. Respecto a las faltas, registran un aumento del 20,07%, pues pasan de 274 a 329.

El motivo no es otro que el aumento de hurtos al descuido en el mercadillo, bares, establecimientos públicos y grandes superficies. Las autoras de estos hechos suelen ser bolsilleras que vienen de Salamanca. Aprovechan las aglomeraciones para robar teléfonos móviles, prendas de vestir y tarjetas de crédito. Los robos se producen además en hospitales y centros escolares.

Las amenazas y agresiones entre vecinos también son habituales, al igual que los robos a menores perpetrados por otros menores. Los coches son otro de los anzuelos. El Fiat Uno se lleva la palma y es el preferido por los cacos. La mayor parte de los hurtos a coches son realizados por drogadictos, que roban el radiocasete para comprar papelinas.

Finalmente, los butrones en fábricas, robos en pisos y en cabinas suelen perpetrarse por bandas de extranjeros.

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