Sufrió de niña abusos sexuales durante diez años. Lo ocurrido le hacía sentirse "avergonzada, culpable, sucia y responsable". Nunca se lo había contado a nadie hasta que llegó a España huyendo de sus recuerdos, donde logró superarlos. Desde entonces Elena Vander decidió dedicarse a la psicoterapia y es especializada en traumas y sexualidad. Hoy dará una charla sobre la búsqueda de una sexualidad sensible y amorosa en la Casa de la Mujer, para mostrar que es posible volver a confiar en uno mismo.

--Se dedica a la psicoterapia porque de niña sufrió abusos sexuales, ¿cómo lo recuerda?

--Viví abusos sexuales desde los 5 hasta los 15 años. En aquel momento me sentía avergonzada de lo sucedido, culpable, sucia y responsable. Nunca se lo había dicho a nadie, en realidad era algo que quería olvidar. Tenía mucha dificultad a la hora de confiar en los demás y en mí misma. Hice mil cosas para no conectar con mi dolor pero nada daba resultado, la sensación de limitación, incomodidad y dolor no desaparecía. Hasta que decidí dejar de huir de mí misma y enfrentarme a mis heridas, era mejor limpiar e iniciar un proceso de curación para volver a sentir amor en mi vida. Decidí salir de Argentina para encontrarme a mí misma. Poco a poco he ido alejándome de esa historia y he sanado mi memoria.

--¿Se curan estos traumas?

--Sí con mayúsculas, ese es mi mensaje, no haría este trabajo si yo no fuera testigo presencial de que eso es posible. Todos los seres humanos somos sensibles a una experiencia de gran impacto, el abuso o que te griten de niño es una experiencia de gran impacto. Cuando somos pequeños no tenemos la capacidad para gestionar ese gran impacto y se genera en nuestra cabeza un pequeño archivo donde se queda grabada esa vivencia, que va creando secuelas que condicionan nuestro comportamiento. Cuando se trabaja el estrés traumático que genera ese impacto, todo el sistema nervioso empieza a regularse, las secuelas empiezan a disolverse y poco a poco empieza a aparecer la persona que realmente eres.

--Dará esta tarde una charla sobre sexualidad en la Casa de la Mujer, ¿qué va a tratar?

--Cuál es el tipo de sexualidad que existe actualmente, por qué las parejas no tienen una sexualidad plena, por qué no se entienden,... Muchas veces a raíz de esas diferencias las parejas se terminan separando o aburriendo.

--¿Cuál es la clave para que no salgan bien las relaciones?

--Por un lado tenemos una sociedad en la que a las mujeres se les ha impuesto estar al servicio del hombre, nos han educado para que al hombre no le falte nada, al menos sexualmente; no podemos decir que no, aunque no tengamos ganas, porque si no corremos el riesgo de que el hombre tenga el derecho de abandonarnos. Todo esto nos llena de miedo a las mujeres y terminamos forzándonos a hacer algo que no no nos apetece o a hacerlo como no queremos, pero no nos sentimos libres. Muchísimas mujeres no viven la sexualidad que les gustaría vivir. Además está el agravante de que la sociedad nos da millones de métodos para mantener la pasión, pero eso es mentira, la pasión es una energía que dura un tiempo, pero luego la relación cambia y el problema es que los seres humanos no tenemos herramientas para adaptarnos a los nuevos cambios. No es malo que se muera la pasión, porque existe la posibilidad de que nazca el amor después de la pasión.

--Habla de la mujer pero ¿qué hay del hombre y su sexualidad?

--La mujer cada vez se niega más a hacer lo que el hombre quiere y eso les hace estar un poco perdidos a nivel sexual. No saben, porque nadie les ha enseñado, complacer a esa energía femenina desde el amor, ni tampoco complacerse a sí mismos.

--¿En sus talleres muestra herramientas para ello?

--Enseño herramientas para poder acercarnos a la sexualidad desde el corazón, a construir el amor dentro de una relación y no basar el encuentro en sostener el placer inmediato.