La sociedad Proyectos de Ingeniería Hidráulica ha solicitado el uso en concesión de aguas superficiales del río Almonte para su aprovechamiento hidroeléctrico. De llevarse a la práctica supondría la ejecución de un embalse con su central hidroeléctrica. La solicitud afecta a la zona donde se proyectó la presa para el abastecimiento de agua a las poblaciones de Cáceres, Malpartida y Sierra de Fuentes, una iniciativa cuestionada por su impacto medioambiental. La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) debe determinar ahora si da o no la concesión de uso a la sociedad.

La solicitud se sometió a información pública el pasado 20 de abril, y ha estado expuesta durante dos meses para que la sociedad presentase la documentación técnica correspondiente y para que otros interesados en la concesión de uso optasen a la misma. Por los plazos que se establecen en el reglamento del dominio público hidráulico, la apertura de toda la documentación por parte de la CHT se produjo a comienzos de esta semana. Si es incompatible con el plan hidrológico de la cuenca, la CHT deberá informar al Ministerio de Medio Ambiente que se deniegue la concesión solicitada.

EL SITIO La singularidad de esta petición es la zona donde se pretende intervenir: en el río Almonte, en el tramo que está entre los términos municipales de Monroy y Trujillo, que tiene una longitud de unos 20 kilómetros y que es donde se situaban las dos alternativas que la Confederación del Tajo manejó en el Almonte para la ejecución de la presa de suministro a Cáceres.

La que finalmente se eligió está en una cerrada a 375 metros aguas abajo del viaducto de la carretera que une Trujillo con Monroy. La confederación redactó un proyecto para la construcción de una presa, pero, ante la queja de colectivos que advirtieron del valor ecológico del corredor del Almonte, se evaluaron otras alternativas. Según comentó el alcalde, José María Saponi, hace nueve días, la opción en la que se trabaja es en traer agua de la presa de Portaje, lo que significa descartar el embalse en el Almonte por su impacto, motivo por el que llama la atención que ahora se quiera utilizar las aguas superficiales del río para su uso hidroeléctrico.

No obstante, la Confederación del Tajo aún no se ha pronunciado sobre esta concesión de uso; y tampoco ha hecho pública qué alternativa se acometerá para mejorar el abastecimiento a Cáceres, aunque es probable que éste sea uno de los asuntos a tratar en el consejo de ministros que se celebra hoy en Mérida.

Entre los argumentos que por parte de colectivos y asociaciones ecologistas se expusieron para oponerse a la presa figuraba que el Almonte y sus afluentes estaban protegidos por las siguientes normativas: tiene la declaración de Lugar de Interés Comunitario por la presencia de hábitats y especies incluidos en las directivas europeas, además de estar afectada por la Zona de Espacial Protección de Aves (Zepa) de los Riberos del río Almonte y de los Llanos de Cáceres.

Otro de los argumentos utilizados por estos colectivos es que la cuenca del río Almonte es el único ecosistema fluvial de Extremadura cuyas aguas no han sido alteradas, al menos en los 80 kilómetros de longitud de sus tramos alto y medio.