El pasado lunes se celebró una reunión orientada a desbloquear el uso de la plaza de San Jorge durante el Festival de Teatro Clásico, que a solo un mes de su inauguración aún no puede contar con este espacio para instalar uno de sus escenarios principales (junto con Las Veletas). La apertura en 2015 de una cafetería de la Fundación Mercedes Calles por concesión municipal (los locales pertenecen al consistorio) supone una traba a la hora de otorgar ese permiso. El ayuntamiento alega que, según informes técnicos, no puede exigir el cierre del local ni imponerle otro acceso. La cafetería apenas abrió en la pasada edición por la envergadura del escenario.

En la reunión del lunes, según explicó ayer Silvia González, directora del Consorcio Gran Teatro (organizador del festival), la fundación comunicó sus peticiones y el propio consorcio las está valorando. El Periódico ha podido saber que habrá acuerdo prácticamente con seguridad, porque la fundación está en disposición de colaborar con el festival. Hace unos días ya expresó que lo haría como el año pasado, y que solo pedía que se respetase la fórmula de coexistencia que se acordó en 2016 y que no se cumplió.

Por su parte, el consorcio insistió ayer en su solicitud para que el ayuntamiento, propietario de los locales, y la fundación, que los explota, lleguen a un acuerdo definitivo, de modo que San Jorge sea escenario «permanente e incuestionable» del certamen.

QUEJAS DE C’S / De otro lado, el Grupo Municipal Ciudadanos reprochó ayer al Gobierno municipal que se haya «desentendido» de la solicitud del consorcio para ocupar «su histórico escenario de San Jorge». Considera que el ayuntamiento «echa balones fuera» respecto a este asunto, lo que demuestra la «dejadez y falta de interés por la cultura del equipo de Gobierno», puesto que traslada al consorcio y a la Fundación Mercedes Calles la responsabilidad de llegar a un acuerdo.

El representante de C’a en la Comisión de Cultura, Víctor Peguero, critica que el concejal del área, Laureano León, «haya eludido su responsabilidad», ya que el ayuntamiento «es el propietario del local de la cafetería». Peguero considera «imprescindible» llegar a un acuerdo «para que esta situación no se repita en años sucesivos», al tratarse de «una de las grandes citas culturales de la ciudad».