A caballo desde Monroy, Talaván o Santiago del Campo; en coche desde La Cumbre, Montánchez o Navalmoral de la Mata; y en transporte público desde Madrid, Asturias, el País Vasco... San Fernando acogió ayer a cientos de visitantes de todas partes de la provincia y la geografía española. Veteranos y también novatos, que descubrían la feria por primera vez, se sumaron a la festividad de la capital cacereña, que nada tiene que envidiar al resto de grandes ferias de la región como son la de Mérida, Don Benito o Villanueva de la Serena.

Ayer fue el día de todos. Carmen vino en coche desde Monroy con su grupo de amigos. Van y vienen en el mismo día por lo que la conductora evitó el alcohol. «No puedo beber porque conduzco yo pero me da igual. Siempre vengo a la feria de Cáceres porque me encantan los caballos y mi hermano viene a pasear a caballo», explicó. La que describe Carmen se trata de una tradición que viene de muchísimos años atrás. Ayer, alrededor de 20 caballos llegaron a la ciudad desde cuatro puntos: Monroy, Hinojal, Talaván y Santiago del Campo. En el polígono de la Charca Musia, los jinetes apearon a los animales de las caravanas de transporte y recorrieron la ciudad a caballo. Una vez llegan al recinto ferial, iniciaron el camino de vuelta a sus localidades, con parada también en la Charca Musia para almorzar.

Ana, de Navalmoral de la Mata, vino este año con ellos por primera vez. «Soy nueva en la feria de Cáceres. Es el primer día aquí pero me encanta», descubrió. Llegaron sobre la 13.00 horas a la ciudad. «Hemos estado tomando algunas tapas por el centro y luego para el ferial. Nuestros carnavales son parecidos a esto y creo que por eso me está gustando tanto. Está fenomenal, no sé si será la mejor feria de Extremadura pero no tiene que envidiar nada a ninguna», sentenció.

De La Cumbre también vinieron una docena. Enrique llegó con 11 amigos el viernes y ayer vivió la segunda jornada. «Es el primer año que vengo a esta feria. Esta muy bien. Tienes la opción de beber fuera más tranquilo, charlar con los amigos, y si luego tienes ganas de bullicio y música te vas a las casetas. Hay para todos los gustos», confesó Enrique, que pasará dos noches y tres días en la ciudad.

Las despedidas de solteros y solteras también fueron protagonistas. Verónica es cacereña, pero ayer le brindó una jornada inolvidable a una de sus amigas, natural de Barcelona, que pasará a ser esposa dentro de poco. «Hemos venido amigas de Bilbao, Madrid, Asturias...», confesó Verónica, cuyo plan era exprimir el día grande de la feria «hasta que se haga de día». Sonia también vivió una despedida de soltera. «Es mi primera vez en la feria de Cáceres y la verdad es que muy bien. Hemos llegado sobre las 14.00 horas, hemos comido por los puestos del recinto ferial y ahora a beber, a bailar y a montarnos en los cacharritos», comentó mientras sus amigos la reclamaban.

CACHARRITOS / Pero al margen de las casetas, los pequeños también disfrutaron ayer del penúltimo día de atracciones. Para algunos el último, ya que aunque hoy también funcionarán los cacharritos a partir de las 18.00 horas, mucho público se despidió ayer del Tren de la Bruja, el Ratón Vacilón o los clásicos coches de choque. «Es el primer día que vengo a los cacharritos. Mi hija es muy pequeña pero en algo se montará», confesó Ricardo, que en ese sentido echa de menos el circo. «Funcionó hasta hace unos años y estaba muy bien para los niños tan pequeños», subrayó. No obstante, para Ricardo la feria cacereña «va a mejor». Si antes había más casetas, ahora se ha reducido la oferta pero aumentando la calidad. «Ves gogós, actuaciones en directo... hay más inversión».

Cáceres se despidió ayer de la feria. Hoy algunas casetas ya no abrirán --otras sí como María Bonita, la Casa de Andalucía o Velvet--, aunque las atracciones sí que funcionarán a partir de las 18.00 horas aproximadamente. Así, San Fernando dijo adiós sin incidentes relevantes. El viernes, el dispositivo sanitario de la feria, compuesto íntegramente por voluntariado de la asociación DYA Extremadura, finalizó con 20 asistencias sanitarias, todas ellas de carácter leve. De estas atenciones, la mayoría fueron por heridas, quemaduras o desvanecimientos, teniendo que atender tan solo dos intoxicaciones etílicas que fueron dadas de alta en el puesto sanitario tras tratamiento. Asimismo, solo una persona tuvo que ser trasladada a un centro hospitalario debido a una crisis asmática, indicó la asociación en una nota de prensa.

Ayer, al cierre de esta edición DYA había prestado atención sanitaria a 14 personas. Tampoco ninguna revistió gravedad.