TStoy un orgulloso socio del Ateneo, soy el coordinador de una de las secciones fijas, concretamente de la de Astronomía y Ciencias Físicas. Permítanme explicarles antes de nada lo que hacemos en el Ateneo a diario y así entenderán mejor el motivo de este escrito de auxilio e indignación. Les mostraré cómo funcionamos a diario en esta sección: Nos reunimos periódicamente un grupo de gente con el encomiable motivo de hablar de ciencia. Hablamos de cosas como de la última noticia aparecida en el periódico o en el telediario, o de lo que hemos visto en un documental de la 2 TVE, o de tal página web de Internet.

A veces incluso miramos a través de telescopios particulares los objetos celestes, como los anillos de Saturno, la Luna o galaxias y nebulosas lejanas. Y, por cierto, no miran solo los socios, sino todo el que se entera y se apunta, sin costarle un euro. Se propone al mismo tiempo un calendario anual y se desarrolla a nuestro ritmo sin imposiciones de ningún ministerio.

Allí reunidos, hablamos del origen de la vida, del cambio climático, de cómo surgió el hombre, de cómo se formó el universo, de qué es una estrella como el Sol, o de la vida extraterrestre, de los alimentos transgénicos, del bosón de Higgs- O sea, nos dedicamos a enseñar ciencia y a digerir los contenidos científicos para aquellos a quienes se nos atragantan (la mayoría de nosotros), porque no somos más que gente normal y corriente, pero eso sí, con inquietudes, con el deseo de saber más.

A cualquiera que pasa por allí se le invita un tiempo a las reuniones, a aprender juntos, a hacer amigos y luego, al terminar, a seguir hablando en la barra del bar del Ateneo, no solo de fútbol (que también), ni de la corrupción política (que también), sino de cómo lo pasó de mal Darwin viajando por el mundo en el Beagle o del papel de las mujeres, como Marie Curie, en la ciencia (muchos desconocen que la mayoría de los socios del Ateneo son mujeres).

Existen otras muchas secciones tan pujantes y creativas como la nuestra: Historia, Filosofía, Música, Cinefórum, Teatro (Grupo Cambaluz), Tertulia de Lectura, Acción Social, Artes Plásticas, Viajes, Gastronomía, Salud, etc. y cursos de portugués, encaje de bolillos, pilates, baile, etc., porque allí cabe todo lo que los socios o grupos interesados proponen. Creo por esto que en Cáceres representamos una cultura que procuramos extender en la medida de nuestras fuerzas a la población, haciéndoles saber de nuestra existencia y posibilidades: ampliar las miras, ensanchar las mentes y hacer amigos.

XTODO ESOx se va a perder, por falta de dinero, por falta de apoyo de las instituciones responsables de la cultura. Tan solo la Diputación cacereña ha mantenido el tipo y una modesta ayuda que agradecemos, aunque sea claramente insuficiente.

Cuando nos hemos dirigido a las demás, nos han dicho que no pueden, que no hay dinero y que la solución es aumentar la cuota de los socios. Pero exigir más dinero a quienes aportan cuotas de 50 euros al año supondría la baja de muchos. Por otra parte, no pedimos más que un mínimo para subsistir. Nada de lujos ni historias. Solo con que nos abonaran el mantenimiento del edificio, sobre todo la luz, nos bastaría.

Lo curioso es que vivimos en una ciudad que hace tan solo unos meses pretendía ser Capital Europea de la Cultura, en cuya campaña las instituciones se gastaron miles de euros y se creó un consorcio, incluso, para tal fin. ¿Cómo se mantiene que al mismo tiempo que pretendíamos ser la capital cultural de toda Europa durante el año 2016, neguemos unos euros para la vital subsistencia de una institución hecha por cacereños para los cacereños? No tiene otro nombre que el de hipocresía cultural, con mayúsculas.

El Ateneo nunca ha sido un club elitista de gente bien, sino un espacio abierto a cualquier mente inquieta que aspire a hacer algo más que ver la tele, independientemente de su condición social, económica y cultural. Algo funciona mal en nuestra ciudad si permitimos que algo, así de excepcional, acabe.

* Gabino Muriel Brillo, coordinador de la Sección de Astronomía y Ciencias Físicas. Ateneo de Cáceres.