El Juzgado de lo Penal Número 2 juzga a cuatro imputados por un robo con fuerza en la finca La Parrilla, en el término municipal de Almoharín. Los acusados --los dos ladrones que entraron en la casa, el guarda de la finca y el cabecilla de la banda-- han reconocido su implicación en los hechos. La Fiscalía solicita cinco años de cárcel para cada uno de los implicados y una indemnización de 917.826 euros como responsabilidad civil. La acusación particular retiró su condena.

Los hechos ocurrieron la madrugada del 19 de junio del 2013. Según el escrito de acusación el robo había sido acordado previamente con uno de los acusados, José Carlos M., que conocía a la perfección la finca porque su mujer trabajaba de guarda en la misma. Esa noche José Carlos encerró a los perros para que no impidieran el atraco.

En la casa entraron otros dos de los acusados, Agustín M. e Iosif B. Llevaban pasamontañas, maniataron a José Carlos para fingir que él no sabía nada y obligaron a su mujer, Virginia, a que llamara a sus jefes, los dueños de la casa. Ante la llamada de Virginia, el padre de familia abrió la puerta y en ese momento fue atacado por los dos encapuchados, que le pegaron y le ataron las manos a la espalda. Después los encapuchados subieron a la planta de arriba, levantaron por la fuerza a punta de pistola a Carmen (la hija), a su madre y a su abuela y las maniataron a una silla en el salón.

Tras continuar agrediendo físicamente al padre de familia ante la mirada del resto de su familia, a quienes los ladrones amenazaban también de muerte, estos lograron hacerse con la llave de la caja fuerte, de la que se llevaron joyas valoradas en 911.526 euros, entre ellas un collar etrusco, una antigüedad que tiene un valor incalculable. Además de 9.000 euros en metálico. Hay un cuarto acusado, José María P., el cabecilla de la banda, que no llegó a entrar en la vivienda. Debido a lo ocurrido la familia sufre un trastorno de estrés postraumático.

Según informó la Delegación del Gobierno cuando fueron detenidos, se trataba de una banda organizada asentada en Don Benito y Villanueva. En los registros domiciliarios se incautaron joyas valoradas en 280.000 euros, armas, 5.220 euros en billetes, 25.500 reales brasileños, equivalentes a 8.714 euros y monedas antiguas.