Un año más, los cacereños estuvieron con ella. La Virgen de la Montaña bajó ayer de su santuario e hizo parada en la plaza Mayor, donde 'escuchó' las palabras que la alcaldesa, Elena Nevado, le dedicó. La regidora cacereña avecinó "diez jornadas intensas y cargadas de emoción. Emoción como la que sentimos viéndola acercarse a Fuente Concejo. Emoción cuando llega a este ayuntamiento como máxima representante de la ciudad. Emoción cuando se adentra por las calles de la ciudad monumental para refugiarse en Santa María; su otra casa", destacó.

Igualmente, Nevado se refirió a la Bajada de la Virgen como "un ejemplo de fe y un sentimiento arraigado no solo en el corazón de los cacereños, sino también en los cientos de devotos de Extremadura y otros puntos del planeta. Es tradición, es pasión y es sentimiento que no conoce de edades, ideologías o credos". Por ello, la alcaldesa brindó su apoyo para que se declare Fiesta de Interés Turístico Regional. "Es algo por lo que se está trabajando muy seriamente desde la Hermandad y cuyos motivos solo se pueden entender bajando de la Montaña, estando aquí en las puertas del ayuntamiento o yendo a Santa María cualquiera de estos días".

Nevado finalizó su intervención animando a todos los cacereños, "cada uno a su hora, en el momento que pueda, en el que las responsabilidades laborales o familiares lo permitan, a estar con nuestra Virgen, como hacen siempre, acompañándola en su estancia en la ciudad".