Los primeros en bajar el telón de la 29 edición del Festival de Teatro Clásico de Cáceres fueron ayer los niños. A pesar de la lluvia, se desarrolló el último de los tres talleres programados; una propuesta con espadas del Siglo de Oro. «Ha sido una gran experiencia para los niños y los padres», valoraba al final Asunción Mieres, coordinadora de las actividades infantiles. En las tres actividades de este año han participado más de medio centenar de menores. Ayer pudieron aprender técnicas de esgrima, con la ayuda del experto Gabriel Ferrá Acedo. Conocieron y practicaron la guardia, marchar, la estocada o el tajo; y también parte de la liturgia, como el saludo final en señal de respeto mutuo. Además también tuvieron la oportunidad de pasar a la acción, eso sí, con espadas de plástico.

Hoy finalizan el resto de actividades, como la exposición dedicada al diseñador y figurinista extremeño Pepe Reyes (de 10.00 a 15.00 horas en el Museo de Cáceres ). En la sección oficial, se estrena Farsantes de ida y vuelta (plaza de las Veletas, 22.30). En la sección off: El carajo, de Labotika (medianoche en el El corral de las cigüeñas).