El concurso para la gestión de los estacionamientos vigilados y controlados en la vía pública (la zona azul) se ha retomado tras la apertura de las seis ofertas económicas presentadas. Esto también reactivará las protestas ciudadanas, que irán a más cuanto más cerca esté el momento en el que la empresa adjudicataria del concurso marque las nuevas plazas con pintura azul. Con el nuevo contrato para la prestación de este servicio se pasará de 840 a 2.070 plazas, además de otras 69 que en gran parte del horario serán de carga y descarga.

El servicio de la zona azul es rentable para las empresas que optan a su gestión, al menos esto se desprende de las seis propuestas económicas que se han presentado a la licitación. Todas se ofrecen a prestarlo por menos del coste anual previsto por el ayuntamiento, algunas incluso por debajo del límite en el que su oferta ya no obtendría más puntos de cara a la adjudicación del contrato.

Además todas se comprometen a entregar al ayuntamiento el 100% de los ingresos que se hayan generado una vez cubiertos los costes de personal, mantenimiento de las instalaciones, amortización de las inversiones, gastos generales y gastos financieros. Entre estos costes también está el beneficio industrial que la empresa prevea obtener, que se calcula con un porcentaje sobre los gastos de explotación y las amortizaciones y cuyo importe dependerá de la oferta presentada por cada empresa. En la proyección que hace el ayuntamiento se estima en un 6%, que son 49.408 euros al año.

A lo anterior se suma que tres de las seis empresa se comprometen en sus ofertas a no cobrar a los residentes de las zonas azul y amarilla, esta última es un nuevo espacio que se crea en calles del casco viejo donde solo podrán estacionar los vecinos. Y por último las ofertas se han hecho teniendo en cuenta que en el pliego del concurso se especifica que en el caso de que los ingresos no cubran los costes no se puede exigir compensación económica al ayuntamiento, además se han propuesto unas tarifas, que es de donde salen los ingresos para afrontar los costes, que rebajan los precios que ahora se cobran a los usuarios.

Para hacer esas propuestas con las condiciones antes citadas está claro que la zona azul tiene que ser un negocio rentable para las empresas que se presentan al concurso, incluso con la inversión de casi un millón de euros, que incluye un multacar y una grúa, que se tiene que hacer con el inicio del contrato para su amortización durante los diez años que se calcula que durará la explotación del servicio.

El paso siguiente es que los servicios económicos del ayuntamiento presenten su informe con los puntos de cada oferta económica una vez analizado el estudio financiero de las empresas y que aclaren si se ha producido o no algún incumplimiento de las condiciones puestas por el ayuntamiento, había dudas entre los licitadores por las ofertas presentadas sobre el coste del servicio de grúa. Luego quedará la propuesta de adjudicación y las protestas cuando se empiecen a pintar las nuevas líneas azules.