Monseñor Ciriaco Benavente Mateos es desde ayer el nuevo obispo de la diócesis de Albacete tras recibir el báculo que le acredita como tal de manos del nuncio del Papa en España, monseñor Manuel Monteiro de Castro, en una ceremonia de casi dos horas celebrada en la catedral de Albacete, informó la agencia Europa Press. El nuncio confió en que la diócesis de Coria-Cáceres, de la que ha sido titular monseñor Benavente durante los últimos años, tenga pronto un obispo en el puesto que ha dejado Benavente.

A la ceremonia asistieron más de 250 sacerdotes, 44 obispos, entre ellos su antecesor, Francisco Cases Andreu, arzobispos como el de Madrid, monseñor Rouco Varela, autoridades albaceteñas y castellano-manchegas, como el ex ministro José Bono, y representantes eclesiásticos y políticos de Coria-Cáceres, entre los que estaba el alcalde cacereño, José María Saponi.

El vicario de la diócesis, Luis Marín, que sustituye en funciones al nuevo obispo desde enero, dio la bienvenida a Ciriaco Benavente a quien "acogemos como obispo y pastor y le agradecemos su sí incondicional y generoso". Tras leerse la letra apostólica enviada por Benedicto XVI confirmando el inicio de la labor ministerial de Benavente, el nuncio le entregó el báculo. La ceremonia la continuó el nuevo obispo con palabras de agradecimiento y su primer sermón en Albacete.

"Vengo de una antiquísima iglesia como es la de Coria-Cáceres, a la que he querido muchísimo, como ya quiero a esta nueva a la que hoy llego y que me ha acogido con una generosidad que no merezco", afirmó en unas declaraciones recogidas por la agencia Europa Press.

Expresó su intención de "seguir trabajando en los surcos abiertos por mis predecesores" y admitió que hay retos y problemas que tiene la Iglesia y que hay que afrontar. Entre ellos mencionó "la mundialización, el rostro de la pobreza y la exclusión, el problema sangrante del respeto a la vida en todas sus fases o la crisis de los valores". Por ello, añadió, es "necesario el diálogo interreligioso" para distinguir la fe de los fundamentalismos religiosos y hay que trabajar unidos por la paz y el entendimiento entre los pueblos y las culturas.