El cacereño Pablo Mejías, de 24 años, terminó sus estudios de interpretación en la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura en 2015 momento en el que se trasladó a Madrid para realizar un máster de cine. Representará a uno de los personajes de la serie televisiva La Catedral del Mar . Ya ha empezado el rodaje y el 19 de septiembre volverá a su ciudad natal para continuar con la grabación.

-- Apenas acaba de empezar en el mundo teatral, ¿cómo se llega tan alto en tan poco tiempo?

--Por casualidad. Conocí a la persona adecuada en el momento adecuado. Fue en uno de los encuentros profesionales de las clases en el máster. Allí fue un director de casting que tras la charla se acercó a mí y me comentó que estaba cerrando un proyecto por si quería presentarme al casting. Cuando me envió los datos y vi que era para esta serie me ilusioné mucho. No me lo podía creer.

-- ¿Fue difícil pasar el filtro?

--Era el primer casting importante que hacía. Supongo que como es habitual, me mandaron una escena de la serie que tenía que preparar en casa. Al llegar tuve que representarla con otro compañero que no conocía de nada. Lo hice lo mejor que pude y tuve suerte, a la semana me llamaron.

-- ¿Qué papel protoganiza?

--Es un papel pequeñito. Salgo en el capítulo tercero y hago de hermano mayor del primer amor del protagonista masculino de la serie. Son 6 días de rodaje pero repartidos en el tiempo.

-- ¿Se imaginaba que llegaría a Cáceres con el primer gran rodaje que obtuviera?

--La verdad es que es súper gracioso. Me vine a Madrid a buscar trabajo y al final grabo en Cáceres. He empezado aquí en Madrid y el 19 de septiembre voy a casa para seguir rodando.

-- Sin embargo, ya ha participado en trabajos en Extremadura

--Sí. No a este nivel pero el primer proyecto profesional en el que participé fue en la película Amigas íntima de la directora Irene Cardona. También he actuado para la realización de una película independiente, Los cuatro sandos , que está en fase de postproducción. Con anterioridad lo que más he hecho son obras de teatro con la ESAD.

-- ¿Imaginaba que conseguiría un papel en una producción de este calibre tan pronto?

--Yo me veía trabajando de camarero o algo así en Madrid mientras buscaba oportunidades para ser actor como la mayoría de jóvenes que han estudiado lo que yo. En realidad no tenía ningún plan. Ha sido todo como paso a paso y sin pensar. En esta profesión creo que no se puede mirar hacia el futuro sino vivir al día. Pero casualidades de la vida, me ha salido esto por sorpresa y a la par he conseguido un contrato con un representante de actores. Aunque no lo parezca, esto es imprescindible porque para conseguir un casting o te llaman a ti exclusivamente o se mueve por agentes.

-- ¿Podría decir que está cumpliendo su sueño?

--Siempre he querido ser actor. Desde pequeño sabía que era lo que quería aunque nunca había pertenecido siquiera a un grupo amateur. Sin embargo, cuando estudiando bachillerato escuché que se había creado un certificado oficial de la ESAD en Cáceres, no lo pensé y fui a por ello. Así que sí, este era mi sueño.

-- En ese momento, ¿supo que sería actor?

--En realidad, cuando vives en ciudades y comunidades como la nuestra, lo de ser actor lo ves como una utopía. Es algo muy lejano. En Cáceres, y Extremadura en particular, no existe una producción cinematográfica amplia, no hay una oferta real para todos los que estudiamos interpretación. Por eso, muchos jóvenes como yo acabamos yéndonos a ciudades como Madrid en busca de un futuro.