El pleno ratificó ayer la subida del autobús tras un debate que se tuvo que interrumpir en varias ocasiones debido a los gritos proferidos por siete vecinos de Aldea Moret, que se sentían perjudicados por el incremento. La subida se debe a la revisión de precios del contrato con Busursa basada en los costes e ingresos del servicio. Se aprobó con los votos de los concejales del grupo popular y del edil independiente Felipe Vela, y el rechazo del grupo socialista y del concejal de IU.

La tarifa se enviará a la comisión regional de precios, que podrá variarla. La subida es de cinco céntimos en el billete, de 75 a 80; de cincuenta en el bonobús de 10 viajes, de 5,50 a 6 euros; y de quince en el billete especial, de 85 céntimos a un euro.

La cantidad que se propone para la tarjeta mensual es superior, de 24,5 a 38 euros, aunque se trata de una cifra planteada al aplicar los coeficientes reductores de la ordenanza fiscal (que da que con la tarjeta cada trayecto tiene un coste de 42,60 céntimos) y calcular una previsión de viajes, que por el precio de 38 euros es de noventa. No obstante, las posibilidades de que la comisión regional acepte el precio propuesto para la tarjeta mensual no son muchas. El año pasado ya se planteó un coste de 28 euros, y al final se dejó en 24,5.

El debate en el pleno se desarrolló según lo previsto. La salvedad fueron las interrupciones de los vecinos, a los que el alcalde advirtió un par de veces que tendría que ordenar su desalojado. Cuando tras la votación se iban, una de las vecinas se dirigió a la corporación. "Ustedes no nos representan", afirmó. La protesta la respalda la asociación socio-cultural de Aldea Moret, "el barrio no va a pagar la factura del autobús de todo Cáceres", dijo su presidente, Arístide García.

LOS GRUPOS El portavoz del gobierno, Andrés Nevado, justificó la necesidad de la subida por el incremento en los costes del servicio, tanto por las variaciones en las líneas como por la subida de los carburantes o el incremento salarial del personal, y precisó que los precios de la tarifa son inferiores al coste real de cada viaje, que es de 1,02 euros. Recordó que hay un déficit, que en el 2004 fue de 2,1 millones, que con la tarifa y las aportaciones del Estado no se financia, con lo que el consistorio "soporta el 29% del coste" con su presupuesto. Y añadió que la subida en el billete va a ser inferior a la prevista el pasado año "porque se ha hecho una mejor gestión". Sobre la queja vecinal, dijo tras el pleno que son demandas "a las que se irá dando respuesta".

Vela explicó que ayer se debatía una revisión de precios que tiene una repercusión en la tarifa para mantener el equilibrio financiero del servicio, por lo que por esta razón la apoyaba, pero hizo varias precisiones. Reconoció que el servicio debe mejorar, y en este sentido se dirigió a la oposición, invitándoles a presentar alternativas, "que si son viables las apoyaré". Y recordó que la subida de 80 céntimos para el billete es menor que la planteada en el 2004, que fue de 85, reducción que achacó "al análisis de consultoría que se realizó cuando era de mi competencia".

Lorenzo de la Calle, portavoz adjunto del PSOE, no valoró la subida en sí, sino que cuestionó los datos que ofrece Busursa, en los que se basa la revisión del contrato y la tarifa, y dijo que el proceso seguido convierte la subida en "nula de pleno derecho".

De la Calle explicó que el gobierno "es cautivo" de las empresas que gestionan los servicios municipales a causa de su "dejadez". Su argumento fue que se está incumpliendo el pliego, que regula la relación contractual con las empresas, debido a que las cuentas no se presentan auditadas y a que por parte del consistorio no se hace una inspección y control del servicio.

REVISION DEL AGUA Una justificación similar ofreció cuando el PSOE pidió que se dejase sobre la mesa la revisión de precios del contrato con Canal de Isabel II por el servicio de abastecimiento y depuración de agua, que apenas afectará a la tasa del agua, pero sí a la del alcantarillado, aunque su repercusión en el recibo no es significativa. Esta revisión se aprobó con el voto del PP y Vela, y el rechazo de PSOE e IU.

El portavoz de IU, Santiago Pavón, defendió una gestión municipal de los servicios públicos, sin concesiones a empresas, y recordó que con la actual política urbanística "el servicio --de autobuses-- va a ir a peor". Pavón añadió que aunque el billete "tenga un precio político, debe darse un servicio eficaz", y, al igual que Vela, pidió que las denuncias de De la Calle (falta de control o la revisión del agua con un IPC del 3,2 en el 2004, cuando el Ine lo cuantifica en el 3,1) se informen. Nevado las negó, pero dijo que los servicios jurídicos "las verán y alguien tendrá que rectificar".