Sábado intenso en la XI Feria de Libro de Cáceres con hasta media docena de presentaciones de obras de autores, principalmente de poesía y literatura infantil. Con un sol radiante y mucho público en el paseo de Cánovas, la carpa principal del certamen reunió por la mañana a María José Fernández, autora del libro La bella golondrina y el viento , de la editorial pacense Carisma Libros, con los últimos trabajos de la sección editorial de la asociación cultural Norbanova. El primero de ellos, titulado Luna lunera, ¡quién alcanzarte pudiera! , destinado a los más pequeños, y el segundo, de poesía, titulado El asombro escondido , a cargo de Jesús García Calderón.

Por la tarde se repitió la triple oferta, en esta ocasión con dos libros de Matías Escalera: Pero no islas , de la editorial Germania; y Un mar invisible , de Isla Varia. La jornada se completó con el premio Adonais 2009, el poeta albaceteño Rubén Martín Díaz, con la obra El minuto interior .

Paralelamente, el espacio de actividades infantiles estuvo a rebosar durante la tarde y los libreros no pararon de recibir al público en sus casetas. Rafael Robina, de la Institución Ferial de Cáceres, lo resumió por la mañana con una frase: "Si tenemos este sol, el éxito de la feria está asegurado. Cuando ha habido lluvia ha sido un desastre".

Dedicada este año al género policíaco, el certamen mezcló ayer a distintas generaciones en su carpa. Por la mañana, niños con una media de menos de diez años asistieron a la presentación de Luna lunera ; por la tarde, el poeta Ruben Martín leía sus versos ante un público más maduro que llenó el espacio destinado a la presentación de libros.

La jornada, tercera en lo que va de feria, ofreció la posibilidad de recorrer los estands para adquirir las últimas novedades editoriales, este año con el termómetro que podrán ofrecer las nuevas librerías que se han incorporado a la convocatoria. Una vez más, buen tiempo y libros se volvieron a dar la mano para disfrutar de un sábado entregado a los niños y la poesía.