Miércoles, 11 de mayo. Cinco de la tarde. Tres de los cinco magníficos , Alonso, Orencio y Alfonso, acuden puntuales a la cita en Guadipark, recinto deportivo, hostelero y de ocio que levantó Canal de Isabel II a orillas del Guadiloba, el embalse que abastece de agua a la ciudad y por cuyas orillas, inhóspitas, recorremos nuestro tercer Diario de ruta , una pseudoestepa que desde el cielo parece un dragón y que, como dice Alfonso, "hay que aprender a querer".

Hasta Guadipark es necesario llegar en vehículo propio porque no hay autobuses que nos desplacen al complejo. La ruta 3 es la primera de las 10 que no es circular sino de ida y vuelta por la misma senda. Comienza bordeando la orilla sur del embalse por un camino carretero en el que descubrimos un mundo submarino y gran variedad de aves esteparias.

Como buen profesor de biología, Alfonso se siente en esta ruta como pez en el agua. Explica que el pantano sirve de refugio para muchas aves acuáticas que antes eran muy escasas en la ciudad, pero que con la construcción del nuevo embalse comenzaron a proliferar. Las hay sedentarias --permanecen aquí todo el año-- y migratorias --sólo acuden en determinadas épocas--. Es fácil ojear avutardas y bandos de gaviotas y cigüeñas made in Cáceres : ya no emigran a Africa porque encuentran en el Guadiloba su refugio y en el vertedero municipal su mejor despensa.

El embalse también da cabida a aves buceadoras como el pato azulón, el cuchara, el somormujo, el zampullín... También hay aves no nadadoras, que están pescando en las orillas, como las garzas, la garcilla, el avefría...

Avanzado el camino se ven dientes de perro --afloramientos rocosos verticales--, que ya vimos en la ruta 2, pero que aquí, aunque menos abundantes son más espectaculares por el efecto del agua. En el recorrido hay pescadores en busca de especies que han colonizado el pantano. Las más abundantes son las carpas, que muchos pescan y vuelven a soltar porque no son muy cómodas para comer por la cantidad de espinas que tienen y que son su mejor defensa para no ser devoradas por otros animales.

Los prismáticos

Bandos de aves recorren la presa y los meandros del embalse. Los prismáticos son fundamentales para contemplarlos sin necesidad de que se percaten de la presencia humana. El prismático es un aparato útil y que puede adquirirse por 4 euros. Aunque el paisaje parezca monótono, en él hay mucha vida: "haberla haila", enfatiza Orencio, que también recomienda el bastón, artilugio que no sólo mejora la circulación de la sangre sino que es un "tercer pie", indispensable para evitar hundimientos en tierra pantanosa, que crece y decrece por la fluctuación del agua. El bastón es una pieza muy extendida, se puede encontrar en tiendas de deporte por 12 o 40 euros.

El camino carretero se ha cortado y nos adentramos en pequeñas sendas situadas a distintos niveles en función de las crecidas del agua. A nuestra izquierda se divisa el chozo de un pastor, cabaña coronada por una cúpula que tradicionalmente se construía con materias vegetales pero que en esta zona se levantaba con ladrillos, piedra y cal.

Es tanta la pasión de Alonso por el campo que aún presa de la alergia, se negó a la recomendación del especialista y usa remedios caseros contra las gramíneas, como algodones en las fosas nasales. Hoy sale su vena reivindicativa y, en pleno debate social sobre la posible construcción de una nueva presa, reclama otras opciones antes de dar luz verde al proyecto. "En tiempos se habló de una segunda presa bajo del Guadiloba. Con otra presa donde ya hay una, el impacto ambiental ya no sería tan importante".

Alonso se define a sí mismo como ambientalista que, a su juicio, "debe ser el que conoce el medio porque lo ha estudiado y ofrece alternativas". Concienciado por el impacto medioambiental, aboga por la realización de campañas de ahorro de agua mientras continuamos este paseo, a 362 metros sobre el nivel del mar.

Proliferan las herbáceas adaptadas a condiciones extremas, como las ahulagas (muy espinosas), los cantuesos, que huelen a alcanfor, escasas retamas que nitrifican el suelo, y pequeños chaparros. El risco de Sierra de Fuentes y el santuario de la Montaña nos guían en el camino de vuelta. Esta es la ruta en la que más caminantes encontramos. Acaba de darse a conocer un informe sobre los problemas de la obesidad infantil y, frente a la cultura de la hamburguesa y la play , el equipo defiende el senderismo como una de las mejores opciones para disfrutar del ocio.