El concejal y coordinador del comité de la sequía, José Joaquín Rumbo, informó ayer de las primeras pruebas que se han hecho en la cola del pantano de Alcántara para poder trasvasar agua desde una cota inferior a la actual, que ya no es segura para garantizar el suministro de agua a Cáceres. El edil matizó que esta ampliación, cuyo coste se ha calculado inicialmente en 350.000 euros, se financiará "directamente con recursos del ayuntamiento". "Si no es con el presupuesto de este año, será con el del próximo".

Rumbo comentó el pasado lunes que se esperaba contar con participación de fondos de otras administraciones para sufragar la obra, pero ayer habló de que "no se esperará a esa solución". El concejal insistió en que se trata de una actuación que se puede acometer "por procedimiento de emergencia" y recordó que el plazo de ejecución, que se iniciará una vez que se redacte el proyecto y se cuente con la autorización de la Confederación del Tajo (CHT), es de mes y medio.

El concejal explicó que el jueves se realizó un primer sondeo, y el resultado fue que hay profundidad suficiente para bajar las bombas. Pero hasta dentro de unos días, cuando "estará el equipo completo --de buzos--", no se tendrá un mayor conocimiento de las condiciones en las que está el lecho del río Almonte, en la cola de Alcántara, que es donde está la toma y la estación de bombeo del trasvase.

Rumbo confió en que con bajar sólo medio metro las bombas "se garantizaría el mantenimiento del trasvase para siempre", aunque recordó que este trasvase es una solución provisional, que lleva más de diez funcionando, hasta que se haga el abastecimiento definitivo con la conducción prevista desde la presa de Portaje al Guadiloba.

Rumbo explicó que el problema que plantea la obra a realizar es que por debajo de la toma actual hay un tajo, "de un metro o un metro y medio", en el lecho del río que impide la prolongación de los carriles donde van colocadas las bombas, por lo que apuntó que habría que levantar "un apoyo --uno o dos pilares-- dentro del río Almonte, y eso llevará un tiempo, aunque esperamos cumplir con los plazos".

El límite de seguridad de la toma del trasvase está en la cota 194,50, y durante esta semana, tras la paralización del pasado viernes y su reanudación el lunes, se ha mantenido por encima de ese nivel, ayer estaba en la 194,64, por lo que durante los últimos cinco días ha estado entrando agua al Guadiloba.

El trasvase fue una obra de emergencia, en parte financiada por la Confederación del Tajo, que en 1997 reclamó al ayuntamiento su pago en veinticinco anualidades, solicitud que el consistorio recurrió, aunque el TSJ de Madrid falló que las anualidades a partir de la del 2000 debe abonarlas el ayuntamiento.