Una declaración institucional leída por la alcaldesa reclamando diálogo en la misma dirección leída ante un plenario a medio gas. Hacía tiempo que no se vivía una sesión tan triste en el Ayuntamiento de Cáceres. Las bancadas de PSOE y Podemos vacías y solo PP y Ciudadanos en un salón al que solo acudieron el jefe de la policía local y cuatro representantes del Ejército y la Guardia Civil. El resto, periodistas y cámaras inmortalizando un acto teñido por la polémica.
Ayer el consistorio celebró a las 12 la convocatoria institucional del Día de Extremadura. Coincidía en día y hora con la que en la Asamblea de Extremadura organizó la Federación Española de Municipios y Provincias reclamando un tren digno para Extremadura. 250 alcaldes de la región rubricaron esa reivindicación y más de un centenar de ellos estuvieron presentes en la capital autonómica. La alcaldesa no acudió. El equipo de gobierno explicó su ausencia basándose en que tradicionalmente se celebra el acto institucional del Día de Extremadura a las 12 y en que en esa declaración institucional también se defendían unas infraestructuras ferroviarias solventes para Cáceres.
PSOE y Podemos no lo entendieron así, mas al contrario lo definieron como una deslealtad institucional y un acto de sabotaje a una reclamación, la del tren, que este verano ha alcanzado su punto álgido después de los constantes incidentes que han afectado a las vías del ferrocarril en Extremadura, única comunidad autónoma sin un solo kilómetro de línea de AVE abierto.
Tras el acto en el salón plenario, fue el portavoz del equipo de Gobierno, Rafael Mateos, quien en declaraciones a la prensa aseguró: «·Es un día triste para la ciudad porque hasta el último momento se pensó que los concejales de PSOE y Cáceres Tú iban a recapacitar. Son concejales de Cáceres y donde deberían haber estado esta mañana es con los vecinos de Cáceres y en su ayuntamiento». Cayetano Polo, portavoz de Ciudadanos, definió por su parte lo ocurrido como «gestos que debilitan las instituciones y no tienen mucho sentido». No le falta razón: Cáceres sin AVE y entretanto sus políticos, a gorrazos.
