Más que un tema jurídico es un drama humano", decía ayer Antonio Rubio, el abogado de Ana Belén Garrido, a quien el ayuntamiento obliga a marcharse del local de la plaza de San Jorge donde gestiona un negocio familiar desde hace 45 años. El 31 de diciembre cumple el contrato (ha sido prorrogado en tres ocasiones) de alquiler con el ayuntamiento, administración propietaria del espacio.

El consistorio ha decidido no ampliarlo debido a que la plaza se dedicará ahora a otro uso, como es la instalación de un negocio hostelero, que ha sido adjudicado a la Fundación Mercedes Calles y Carlos Ballestero. Para su explotación se utilizarán los locales que hay en los soportales de la plaza. Todos, menos el de Garrido, están vacíos por jubilación de sus inquilinos.

Ella se ha enterado de que debía marcharse por carta. Cuando la recibió pensó que se trataba de un aviso para actualizar el precio del alquiler. Al leerla la decepción fue monumental. "Me siento impotente. Me avisan por carta, con solo dos meses de antelación, de que me tengo que ir. Me dejan sin trabajo sin darme más explicaciones y sin preocuparse de lo que esto supone, no han venido ni a verme. No sé qué voy a hacer ahora porque esto es lo que sé hacer y lo que me gusta y con lo que me gano la vida", explica Ana Belén Garrido. Es autónoma, por lo que no tiene derecho a prestación por desempleo, lo que le asusta aún más: "Tengo que pagar la hipoteca de mi casa. Estoy todavía en shock, no sé qué voy a hacer", recalca Garrido.

PARA LOS ARTESANOS El negocio lo inició su madre en el año 69, cuando el alcalde Alfonso Díaz de Bustamante ofreció esos locales a artesanos de la región. Ella se hizo famosa porque elaboraba gorros de montehermoseña. Cuando ésta se jubiló, en el 2006, su hija Ana Belén tomó el relevo. "Abrimos todos los días, hacemos una labor importante en el turismo. Lo peor es que ni si quiera me han ofrecido otra alternativa. No creo que mi negocio estorbe tanto porque es un local de 40 metros", señala.

Ana Belén Garrido se muestra dolida también con la Fundación Mercedes Calles, organización que gestionará el negocio de hostelería en la plaza de San Jorge, porque tampoco se ha puesto en contacto con ella. "Llevamos nueve años (desde que Ana Belén se hizo cargo de la tienda) conviviendo en la plaza y que me hagan esto sin haber hablado conmigo me parece vergonzoso. Me siento muy decepcionada", asegura.

El ayuntamiento recuerda que la concesión del local a Ana Belén Garrido ha terminado y que "se ha sacado un concurso público, de libre concurrencia" que ha sido adjudicado a otra entidad.

Garrido ha presentado un recurso contencioso-administrativo contra la resolución del ayuntamiento que le obliga a marcharse. Su abogado, Antonio Rubio, observa una vulneración de la normativa. Por el momento, ella podrá continuar en su local hasta que el juzgado resuelva la demanda.

RECOGIDA DE FIRMAS Mientras tanto la afectada ha iniciado una recogida de firmas a través de la plataforma online 'Charge.org' para conseguir mantener su negocio. "Busco el obtener una respuesta que no sea el simple cierre de mi negocio. Poder mantenerme en el tiempo en un negocio del cual soy autónoma y en el que el beneficio viene de un esfuerzo. Ayúdame a que mi voz sea escuchada", reza su petición. Hasta el momento ha logrado cerca de 250 adhesiones.