El traslado del mercadillo ha provocado una plaga de ratas en la zona. La situación, según la concesionaria de limpieza (Conyser), es producto de la desaparición de los restos de alimentos que dejaba el mercado franco en las alcantarillas de ronda de la Pizarra, lo que ha generado que los roedores salgan a buscar comida al exterior. Conyser ya está actuando para extinguir la plaga.

La presencia de roedores ha producido una alarma en el vecindario, que asegura que los animales recorren la calle todas las noches y tienen miedo de que se metan en su casa. "Son como conejos de grandes", dice Catalina Polo, que vive en una de las casas que linda con Ronda de la Pizarra en el barrio de Las Trescientas. Ella y el resto de residentes de la zona han tapado los desagües con cartones y piedras para evitar que las ratas salgan de las alcantarillas.

"Se van de una alcantarilla a otra. Tenemos miedo de que se metan en nuestras casas porque son muy grandes", dice Rosario Crespo, que asegura que nunca han visto tantas ratas juntas y que han aparecido desde que se ha ido el mercadillo: "Ahora dormimos tranquilos todos los miércoles pero aparecen las ratas. La intranquilidad no se nos va del cuerpo", añade. La presencia de roedores se ha notado también en Moctezuma, donde los vecinos aseguran haber visto "grandes ratas" en parques y aceras.

ACTUACIONES Conyser, la empresa concesionaria de limpieza en la ciudad, ya ha depositado veneno en los sumideros para acabar con la plaga. "Recibimos llamadas ayer --por el miércoles-- de los vecinos. Primero se ha hecho una inspección y se ha comprobado que existe la plaga, así que hemos comenzado a poner pastillas con veneno en los desagües para eliminarla", explicaron a este diario desde la sección del control de plagas de Conyser.

La actuación consiste en depositar unas pastillas con raticidas y otros componentes anticoagulantes que actúan como cebo para las ratas, que al ingerirlas, mueren. "El veneno no es mortal nada más ingerirse, sino que se trata de un veneno acumulativo que busca que los roedores no relacionen consumir el cebo con la muerte. De esa manera el resto de las ratas también comerán de la pastilla y las que han comido una vez volverán a hacerlo hasta que finalmente mueren", indicaron las mismas fuentes.

Según explicaron los técnicos, el hecho de que los roedores circulen ahora por las calles tiene mucho que ver con la actuación de Conyser: "Las ratas normalmente salen por la noche porque evitan que se les vea. Pero cuando consumen raticida puede ser que salgan también por la mañana porque están desorientadas", indicaron desde la concesionaria de limpieza.

MUEREN EN LA ALCANTARILLA Al cabo de los días la rata muere a causa del veneno: "Normalmente nunca mueren en el exterior, lo hacen dentro de las alcantarillas. Se quedan como un pergamino seco que luego desaparece. Los productos de los raticidas hacen que el animal al morirse no genere mal olor", aseguraron desde Conyser.

Las Trescientas o Moctezuma no son las únicas zonas que reciben la visita de roedores. La Ribera del Marco es otra de las barriadas que más plagas concentra porque es un espacio abierto y es más difícil llevar un control de su existencia.