El fiscal jefe Antidroga, José Ramón López Fando, rechazó ayer que Javier Zaragoza, representante del Ministerio Público en el juicio que se celebra contra el abogado Pablo Vioque en la Audiencia Nacional, por una operación de tráfico de dos toneladas de cocaína, deba abstenerse en esta causa, según informa Europa Press.

López Fando hizo estas manifestaciones en la sesión del juicio contra el abogado, en la que intervino a petición del propio Zaragoza para responder a una cuestión planteada por la defensa de Vioque, que preguntó a la Sala si era "moralmente aceptable" que el fiscal adscrito a este caso siguiera en la causa tras las informaciones sobre una supuesta trama instigada por su cliente para asesinarle y que fue publicada en EL PERIODICO EXTREMADURA.

A pesar de que el tribunal señaló que la presunta trama denunciada en el diario no tenía nada que ver con los hechos juzgados en esta causa, el propio Zaragoza solicitó la celebración de un receso para comentar lo mencionado por la defensa de Vioque con su superior, el fiscal jefe Antidroga López-Fando.

SIN CONOCIMIENTO

Tras la pausa, López-Fando se personó en la sala de vistas y manifestó su sorpresa "por la forma de plantear este incidente de abstención" por la defensa. Añadió que la Fiscalía sabe de la supuesta trama por la prensa, pero que no tiene "conocimiento oficial" de los hechos.

En este sentido, según informa Efe, aseguró asimismo que la fiscalía Antidroga no tenía "conocimiento alguno" de la supuesta trama contra Zaragoza y después de haber consultado con la Fiscalía General del Estado éste debía continuar realizando su trabajo en este juicio.

Indicó que, una vez consultado el fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, y "por no poder prescindir de la protección del principio de presunción de inocencia" que ampara al acusado con respecto a los hechos denunciados en el diario, la fiscalía cree que "no hay causa alguna de abstención" y que Zaragoza debe continuar en el caso de Vioque.

Tras estos hechos, el juicio continuó con el inicio de la declaración de los testigos propuestos por la fiscalía. El primero en hacerlo fue un guardia civil que actuó como secretario en las diligencias abiertas tras la aparición en 1991 de unos 1.400 kilos de cocaína en las playas de Cedeira.

Preguntado por las personas que podrían estar detrás del alijo,

éste afirmó que, de las investigaciones llevadas a cabo, se pudo concluir que Los Piturros , conocidos por su relación con el contrabando de tabaco, no tenían capacidad para llevar a cabo una operación de este tipo porque carecían de "contactos a nivel internacional". Las informaciones apuntaban a que había "otra gente por encima de ellos", dijo.